‘LegalTech’ e inteligencia artificial llegan a los despachos de abogados en Canarias

Moisés Barrio Andrés, letrado del Consejo de Estado, doctor en Derecho, profesor de Derecho Digital y abogado, afirma en su artículo “Hacia la transformación digital de las profesiones jurídicas” que aunque no existe una definición universal del concepto “Legal Tech” (Tecnología Legal, que también recibe las denominaciones de “Legal Technology”, “law tech”, “LegalIT” o “legal informatics”), se puede decir que el mismo abarca una serie de soluciones tecnológicas y de software que, en aras a conseguir una mayor competitividad y una mejora de la productividad, ayudan a los operadores jurídicos a racionalizar y mejorar la prestación de los servicios jurídicos.

“Esa vocación de practicidad es lo que aporta un valor inmediato a su adopción por parte de los profesionales del Derecho, puesto que su utilización facilita, apoya e incluso sustituye en ciertos casos la ejecución de tareas jurídicas concretas, a menudo las más rutinarias, lo que permite al profesional ahorrar tiempo y dedicarlo a otras actividades de mayor valor añadido”, asegura Moisés Barrio.

“Inteligencia artificial, negocios algorítmicos y derecho” protagoniza uno de los módulos del Máster en Derecho Digital, Innovación y Tecnologías Emergentes del Colegio de Abogados de Madrid, en una muestra clara de la importancia de esta disciplina en el derecho actual. Aunque la inteligencia artificial (IA) se ha utilizado durante más de 10 años, la IA ahora es capaz de tareas en el ámbito de la abogacía más complejas, como investigación legal, redacción de alegaciones y recursos y predicción de decisiones judiciales, en una fracción del tiempo que le tomaría un abogado humano hacer las mismas tareas.

Si IA puede ayudar a abogados y firmas de abogados a procesar y analizar más rápidamente grandes cantidades de datos y, a su vez, hacer que el proceso legal sea menos costoso, más rápido y más eficiente, ¿por qué los despachos de abogados y profesionales independientes encuentran resistencias para adoptar estas nuevas tecnologías y capacidades?

Comprender y desmitificar lo que la IA puede hacer, y lo que no, ayudará a adoptar la IA como una forma de acceder a grandes conjuntos de datos, tomar decisiones estratégicas más informadas y proporcionar servicios legales mejores y más eficientes a los clientes.

Puede ser abrumador y confuso dar sentido a la gran cantidad de productos tecnológicos de IA en el mercado, especialmente para una profesión que es naturalmente reacia al riesgo. De hecho, gran parte de la tecnología que afirma hacer un trabajo legal más avanzado sigue siendo emergente.

¿Cómo puede ser útil la IA en derecho y abogacía?

Dejando a un lado el uso de IA en el descubrimiento electrónico y la revisión de documentos, que es probablemente la IA más utilizada entre los abogados, existen al menos otras tres áreas principales en las que la IA puede ayudar mejor a los profesionales del derecho a ser más efectivos y eficientes: (1) investigación legal; (2) análisis de datos y predicción de resultados legales; y (3) generación automática de documentos.

Realizar una investigación legal mejor y más rápida: las herramientas basadas en inteligencia artificial, hacen que la investigación legal sea más rápida, fácil, exhaustiva y confiable que nunca. Hace años, los asociados que usaban herramientas de investigación online tenían que aprender a formular términos de búsqueda algorítmicos para encontrar casos relevantes. Nuevas herramientas de investigación de IA ayudan a los abogados a encontrar toda la jurisprudencia más relevante utilizando un lenguaje sencillo para describir el problema legal.

Predecir resultados legales: Es muy frecuente que un cliente pida a su abogado que prediga la probabilidad de éxito y los costos de un caso. Con experiencia, los abogados somos bastante buenos en este ejercicio, pero viene con la advertencia de que el litigio puede ser impredecible y costoso. Ningún abogado o firma de abogados puede hacer en base a su propio conocimiento y experiencia un uso completo y óptimo de las cantidades masivas de datos almacenados en los sistemas judiciales, incluidas las opiniones, órdenes y veredictos del juez.

Pero debido a que IA tiene la capacidad de mantener y revisar cantidades tan grandes de datos que abarcan muchos años, tiene la capacidad de proporcionar algunas ideas valiosas sobre el resultado probable de un caso.

La IA puede predecir las decisiones del Tribunal Supremo mejor que los expertos humanos basándose en décadas de análisis de datos del TS. Este tipo de información basada en datos ayuda a los abogados a asesorar de manera más efectiva a los clientes en la toma de decisiones, cuantificar mejor el riesgo y el gasto en litigios y generar estrategias legales mejor informadas que tengan más probabilidades de éxito.

Generar escritos de defensa “automáticos”: IA se está utilizando ahora para generar escritos de defensa, alegaciones y recursos.

Estamos en medio de la transformación en la industria legal y los abogados y firmas de abogados de todos los tamaños deben comprometerse a brindar excelencia y eficiencia. Eso significa tomar medidas reales para mejorar el acceso de los abogados y la comprensión de la tecnología diseñada para ayudar a los abogados sean mejores y más rápidos en lo que hacen, no los reemplacen.

Porque la verdad es que no es la adopción de IA lo que perjudicará o perjudicará a los abogados; más bien, es el fracaso de los abogados y bufetes de abogados para aprender y adoptar la tecnología de inteligencia artificial lo que los dejará atrás

Carlos Valls Martínez, presidente Saliente del Comité de Ética Profesional de la International Bar Association (IBA, la más importante organización de profesionales del derecho internacional), y responsable del grupo de trabajo de la IBA sobre Inteligencia Artificial y ética profesional, afirma que “en relación a la esencia de los servicios de la abogacía, debemos preguntarnos por ejemplo por si se considerara más fiable un asesoramiento en el que haya intervenido la inteligencia artificial u otras soluciones tecnológicas avanzadas, si habrá transparencia real en los algoritmos utilizados por el proveedor de dichas soluciones informáticas, si tenderemos a sistemas autónomos de inteligencia artificial que sustituyan una parte importante de nuestro trabajo, si sabremos aquilatar los riesgos de dichos sistemas autónomos (como apuntábamos al principio de nuestra exposición), si los abogados deberán ser formados también en informática, y si esto puede acentuar el riesgo de desnaturalización profesional, o si tenderemos a incorporar a jueces robots o abogados robots ante jueces humanos, y qué consecuencias sociales podemos pronosticar de ello”.

En Canarias, ya hay profesionales del derecho como Ingrid González Hernández, Mánager del área de Tecnología, Innovación y Economía Digital y miembro de la Alianza Europea de Inteligencia Artificial, así como docente del Instituto Canario de Administración Pública. Empresas Grupo ICC y MMI Analytics ofrecen asistencia técnica a abogados y despachos a navegar por el reto de incorporar herramientas de Inteligencia Artificial, Inteligencia de Negocio y Observatorios de información sobre derecho a sus actividades profesionales.