Menos becas. Más desigualdad social

El último consejo de ministros del gobierno del PP, nos dejó antes de marcharse de vacaciones, otra pócima de cicuta, como regalo estival, a los estudiantes menos favorecidos económicamente. La disminución de becas a todos los estudiantes, en un tercio. Para esta tropelía, ha subido la nota mínima para obtener las becas, en un 6,5, y no en un cinco, como estaba establecida. Muy en contra de los criterios de la comunidad educativa, que pedía que no fuera tan alta la exigencia. Los rectores calculan que se perderán en las aulas universitarias, unos 100.000 estudiantes.

El creedor en tener la razón absoluta y controvertido ministro de la pésima y selectiva educación que se propone implantar una nueva reforma en Educación, bajo los animosos auspicios del gobierno del PP. Ha apostado por vaciar las aulas de alumnos, que no sean, de los que llama excelentes. El autismo que practica, desoye fanáticamente a todos los colectivos de estudiantes, desde la Universidad a Infantil, y los colectivos de padres de alumnos. A la herida económica social que padecemos, le ha querido poner más sal y vinagre. Ha disminuido a la mitad la cuantía de las becas en 3.000 millones de ?. Estudiar en España será un lujo, que pocos se lo podrán pagar.

Este funcionario eventual en la cartera ministerial de Educación, ha demostrado ser un experto trilero en perturbar la armonía y la paz social del profesorado y estudiantado español. Su polémica contrarreforma en Educación, que llama LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Educación), que fue duramente contestada por todos los partidos políticos del arco parlamentario, ha sido impuesta por la “Vertgüenza” del poder unilateral de la mayoría absoluta del PP, bajo su modelo ultracatólico y clasista, en contra del interés colectivo de todos los ciudadanos y del mundo estudiantil.

Me reitero una vez más, de forma singular y demócrata, que las reformas parlamentarias que afecten a todas las familias de este país, en este ejemplo tan importante, como es la Educación, no se puede dejar al albur de un único partido gobernante, por mucha mayoría de diputados que haya obtenido. Es una aberrante inmoralidad, imponer sus ideologías por cuatro años, en una pulla de forma intolerante. Hay que llegar a un inexcusable consenso entre todas las fuerzas representativas. Sean del signo político que militen. Promulgar una Ley de Educación en la que se contemple todos los valores multiculturales, sociales, éticos y morales, derechos y deberes, que se subrayan en la Constitución Española ?y Europea?. La Ley Educativa por consenso, solo debe ser revisada cada equis años, para adaptarse a la cultura imperante y los cambios de modelos sociales y tecnológicos.

Las becas establecidas para los estudiantes menos pudientes económicamente; son estos, los hijos de los empleados, obreros o familias numerosas, no son un lujo privativo a unos pocos, son un derecho de igualdad en la educación de todos los individuos. La actual disminución de las partidas dinerarias para las becas que otorga este mal gobierno del PP, ha superado la época del nacionalcatolicismo anterior. Todo por el propósito de volver y superar el pasado, con la arbitrariedad del ministro de la rematada educación. O de la educación selectiva para una clase social alta, anulando todos los derechos de igualdad constitucional.

En estos nefastos tiempos de crisis, como con la crudeza que nos están haciendo pasar las usureras políticas del clan capitalista mundial, las ayudas del erario público son las soluciones más humanitarias, para que no existan discordancias entre los estudiantes de las clases sociales más desarraigadas con las acaudaladas. Y para colmo de males, el material escolar pasará del 4% al 21%.

La carencia de becas para los más desafortunados será el abandono inexcusable de las aulas. Éstos tendrán como recompensa la brutalidad intelectual e incultura; peores empleos o ninguno. Estarán al servicio de determinados 'señoritos' que les manden o el camino de la emigración a los países extranjeros. Se les echará del país por pobres y serán lacayos del capital extranjero con depauperados sueldos y horarios irresistibles para la salud y la tristeza de vivir. Adaptaremos para ellos el sistema laboral chino: trabajar 12 o 14 horas al día. Y sin derechos laborales, porque ya se encargarán de anularlos.

Si el curso pasado estuvo saturado de protestas en las calles y huelgas por la 'masa verde escolar'. Este próximo, auguro, que le irá a la par, con una huelga general prevista para noviembre, en contestación a un adusto y patético ministro, que ha hecho prevaler su criterio contrarreformista con la aprobación de la LOMCE, la enseñanza más sectorial, ideologizada y retrógrada. No se pueden permitir descaradas injerencias externas en un país laico, por la Conferencia Episcopal, el Opus Dei y Faes.