Los canarios no somos españoles

Canarias no es España. Al menos para Rajoy, que en vísperas de informar de la bajada del paro anunció urbi et orbi, como dios manda, la buena nueva a todo el país afirmando que el 4 de junio daría una gran noticia muy positiva y esperanzadora para los españoles.

La gran noticia muy positiva y esperanzadora para los españoles es que el número de desempleados bajó en casi 100.000 durante mayo. Claro que el dato, que puede parecer trascendente, resulta baladí si le hacemos caso a su vicepresidenta, que justo en los últimos meses del Gobierno Zapatero bajó los humos a los socialistas recordando que siempre en abril, mayo y junio baja el paro por la estacionalidad laboral, igual que “los días son más largos, las temperaturas más altas y el sol brilla más” (sic).

Así de poética y bucólica se mostró Sáenz de Santamaría en el Congreso de los Diputados cuando estaba en la oposición. O sea, que aplicando su propia medicina tampoco es para tanto, no es preciso que se ponga medallas. Benditas hemerotecas, que son capaces de encumbrarte y ridiculizarte en un minuto.

Como los canarios no debemos ser españoles, la gran noticia muy negativa y desesperanzadora para nosotros es que el paro subió ese mes en 538 personas en el archipiélago. Canarias es la única comunidad de las diecisiete del Estado español que no pudo celebrar con alegría, como se merecía, la gran noticia del profeta Mariano Rajoy.

El presidente del Gobierno nos quiere poco. O simplemente no nos tiene en cuenta. No sé si pretende que celebremos la subida del paro en las islas o que, solidariamente, nos alegremos por el bien ajeno de las otras 16 comunidades.

Y eso que debe tener aprecio a esta tierra porque su padre tiene casa en Mogán, donde ha vivido muchos años y en la que Rajoy se hospeda cada vez que viene a Gran Canaria, más que nada por no hacerle más gastos al tesorero del PP, que ya tiene suficiente con lo que tiene.

Pues mira por donde no nos ha alegrado la

subida del paro en las islas, la noticia bomba de Rajoy. Los canarios somos así de raros. Qué le vamos a hacer. El 4 de junio solo celebré que mi hija cumplía 25 años, que por cierto lleva dos en el paro. El que no se contenta es porque no quiere. Algo es algo. A falta de pan buenas son un par de tortas.