No hay más ciego que el que no quiere ver

Buenas perlitas soltaron la semana pasada en la prensa sobre el comité de gerencia de Emalsa. Tanto D. Julio Fernández (responsable de comunicación de SAUR), el que, parece ser, necesita un curso acelerado de comprensión lectora, como nuestro querido alcalde, el cual se queda indiferente ante posibles irregularidades cometidas en la empresa de la que es presidente del consejo de administración.

Pero, vayamos por partes. Comencemos con D. Augusto Hidalgo, el cual en una entrevista en la que le preguntan sobre el comité de gerencia de Emalsa dice, textualmente, “No sé si existe ese comité o no y tampoco sé si es ilegal o no” y le resta importancia a la supuesta existencia de dicho órgano, dada la posición minoritaria del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en el consejo de administración.

Señor alcalde, de sus palabras se desprende que, por fin, reconoce la precaria situación del ayuntamiento de LPGC en Emalsa, reconoce su minoría, reconoce que no pinta nada, reconoce que estamos en manos de los socios privados y, es por este motivo, por lo que el conocimiento del comité de gerencia tiene vital importancia. Cuando en una empresa hay tres socios y dos de ellos se ponen de acuerdo en la intención de voto para temas de vital importancia, que serán llevados al consejo de administración… ¿Qué importancia tiene el voto del socio minoritario, en este caso el ayuntamiento? Ninguna.

Ya lo demostraron cuando los socios privados quisieron querellarse contra un funcionario del ayuntamiento por hacer el trabajo encomendado, y ustedes se abstuvieron en la votación. No salieron en defensa del técnico municipal e hicieron el ridículo más bochornoso ante la justicia, ya que la querella se archivó.

También lo demostraron con el anuncio de la subida de la tarifa del agua, la que anunciaron en los medios y no fueron capaces de informar de ella en el pleno. Esa subida que ha hecho quedar como mentirosos a muchos miembros de la corporación, ya que negaron, una y otra vez, que no se subiría.

Y, por supuesto, lo demostraron pagando más de lo que la justicia les requirió cuando perdieron una demanda, que no fueron capaces de recurrir. Nos obligaban a pagar 7 millones pero, ya que estamos, vamos a pagar 14.

Y no soy yo la única que se asombra del servilismo que este tripartito, con su alcalde a la cabeza, muestra hacia los socios privados de Emalsa. Da mucho que pensar en cuáles pueden ser los motivos para que se permita que un bien de primera necesidad esté en manos de intereses particulares.

¿Y qué decir del artículo del Sr. Fernández? No sabía yo de esa vena cómica. La verdad es que no sé si me da las gracias por aclararle la situación que debería conocer o simplemente no es capaz de entender lo que escribo.

Sr. Fernández, yo no miento, ni necesito escuderos que den la cara por mí. ¿Existe el comité de gerencia? Sí señor, por supuesto que existe y, así, lo ha corroborado su jefe en la declaración ante el juez y la fiscalía por su imputación. Y, así también, lo ha confirmado usted y, por supuesto, el documento que avala la creación de dicho comité. Y usted habla, cito textualmente,

…órgano interno de gestión diaria de la compañía. En efecto, como su nombre indica, esta instancia es la que se ocupa del día a día de la operadora. Y la integran exclusivamente los socios privados, a los que el artículo 11 de los estatutos de la sociedad impone “como prestación accesoria expresa y obligatoria, la de transferir a la sociedad su know how, y asumir la gestión de la empresa”

Pero el Sr. Rubio dice que está en desuso, por lo que me queda la duda de quién está más informado del funcionamiento de Emalsa. Si está en desuso ¿Cómo es que se ocupa del día a día de la operadora? Y, si es un órgano interno de gestión diaria, ¿Cómo es que no existen actas de sus reuniones? Tal y como afirma el Sr. Rubio en su declaración.

Continúo, si es un órgano interno de gestión diaria, ¿Qué sentido tienen las siguientes funciones?