Crimen y penitencia

El pasado miércoles, por un momento, Rajoy parecía otro. Como iluminado por una visión que se oculta al común de los mortales, el presidente manifestó:

“Quiero acabar con un mito: España es de los países con menos gasto público de la UE. Un 43% sobre el PIB frente al 47% de media en la zona Euro, 2/3 van en gasto social y servicios públicos... solo el 25% de los empleados públicos se dedican a la gestión. El 75% restante son maestros, médicos, policías, jueces... esto es, servicios esenciales del Estado de derecho y bienestar” (...) “El mayor problema es el desplome de los ingresos públicos. En 2.012 España fue el país con menor nivel de ingresos públicos de la UE, 10 puntos (¡¡) menos que la media. Somos los que menos recaudamos” (EL PAÍS).

Y Mariano la cagó, por bocazas. Si es así, y así es, y hasta peor considerando que andamos en el pelotón de cabeza en fraude y evasión fiscal, que la pobreza crece exponencialmente y los ricos también, ¿por que el énfasis en la “austeridad”? ¿Y ahora que le dices a la sociedad real, la que trabaja, la despedida, la desempleada, la que se empobrece, la que pierde salarios, pensiones y protección social, la que le han cerrado los horizontes de la vida sin aún haber empezado a vivir...?

¿Que se dice ahora a los casi 400.000 empleados públicos que han sido despedidos entre el año 2.012 y 2.013?, ¿porque estos tiempos de fronda para la destrucción de empleo publico y servicios sociales?, ¿que razón tiene la política de reposición cero (0) en el empleo publico durante 2.013 y 2.014?...

Esto no se llama “acabar con un mito”, esto es el reconocimiento explicito de un crimen social, tal vez el peor, el más cruel y el más cínico desde los tiempos de la llamada “transición”.