Espacio de opinión de Canarias Ahora
Érase una vez el cuento del buen jefe
Esta historia pertenece a un país muy muy lejano, un país donde se entiende que negociar es conseguir un pacto que beneficie a las dos partes, un país donde se leen las estadísticas y se obtienen verdaderas lecciones para aprender y solucionar los problemas y un país donde no te mienten. Está claro que este país no es España, no es la España del PP. Esta España del PP es el país del cuento donde negociar es una debilidad, donde sólo se defiende al fuerte frente al débil y donde cualquier número se usa para validar la actual forma de gobernar, es el cuento del buen jefe frente al cuento del mal jefe.
En el país del buen jefe, se respetan las normas internacionales que rigen las relaciones entre empresarios y trabajadores, se respetan los convenios colectivos y no se eliminan. El buen jefe no es un ser magnánimo que da y mima al trabajador, es una persona que sabe negociar y respeta a la otra parte y paga un sueldo justo por el trabajo realizado. En ese país no se criminaliza a los sindicatos. En España estamos viendo a donde llevan los derroteros del mal jefe: a la pérdida real del poder adquisitivo de los trabajadores y a la destrucción de la pequeña y mediana empresa. No nos engañemos, es el sueño que se convierte en pesadilla para una parte muy importante de estos sacrificados empresarios. Estos empresarios ven que pagar menos a sus trabajadores les permite en el mejor de los casos sobrevivir, pero no progresar, lo normal es cerrar. Y ya algunos lo dicen con sus palabras, “se pierde el consumo interno y eso lleva a mi empresa a la ruina”.
Ahora se empiezan a agotar los convenios colectivos y les darán una nueva vuelta de tuerca a los trabajadores, esos vagos que quieren que les paguen sin hacer nada, según lo que algunos de sus jefes empresariales nos dicen día sí y día también en las noticias. La demanda interna volverá a caer y la pequeña y mediana empresa volverá a caer, pero esta vez ya no habrá más sueldos que bajar.
Mientras esos mismos jefes siguen en sus demandas destructivas, ahora quieren eliminar a los funcionarios. EL año pasado consiguieron eliminar la paga extra del funcionariado. Eso hizo que miles de empresas cerraran. Afortunadamente este año eso no volverá a pasar y la mediana y pequeña empresa vuelve a intentar remontar y contrata y abre negocios. A pesar de esta realidad todavía se escucha a los jefes de los empresarios en su erre que erre contra el funcionariado. En “Salvados”, el ya conocido programa de televisión vimos cómo uno de esos asesores de los fondos buitres arremetía contra lo público, está malvendiendo su país a los extranjeros por culpa de esa visión, pero ahí lo teníamos, sin corazón, defendiendo malvender esas casas a los fondos extraños. Siguen sin ver en su vorágine neoliberal; la eliminación de España. En aquél país de fantasía del buen jefe, estas cosas no pasan. Su gobierno defiende la fortaleza de su democracia y de la economía de los suyos y de sus empresas en vez de la de un puñado de ricos.
En el desastre que supone la reforma laboral para el empleo, tenemos los datos de Noviembre de 2013: 2000 y pico nuevos trabajadores, pero 60000 bajas en la seguridad social. Es decir, el paro ha subido en 58000 personas, ¿dónde están estos trabajadores? Salieron de las listas del paro, porque o no buscan trabajo, o porque no renuevan su demanda de trabajo en el INEM y los han borrado de la lista del paro y de también cualquier esperanza de futuro.
Cuando se negocia las dos partes deben ganar para que el pacto sobreviva en el tiempo. Con la reforma laboral sólo ganan las grandes empresas y los ricos de esta agrupación de ciudadanos, que ya no sé si llamar país ante un gobierno que, día a día, con cada una de sus leyes lo dinamita. Donde todos pagamos, menos un pequeño grupo de personas que están asfixiando y matando a España, a sus familias y a su red empresarial.
Lo único que nos vende este gobierno es que el paro baja por fin, que en el exterior dicen que todo va bien en España tal como diría el león cuando devora a la gacela, aunque la gacela no opine lo mismo, claro. Mientras los parados siguen siendo cada día o más o los mismos, los sueldos siguen bajando y la miseria por tanto, se despliega más entre nuestros vecinos y familiares. Mientras tanto, y a su costa, los ricos aumentan su riqueza y el gobierno sonríe porque todo va bien, España va bien en el país del cuento inventado por este gobierno.
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