Espacio de opinión de Canarias Ahora
La gran crisis de Coalición Canaria
Con los albores de la monarquía franquista/borbónica nació Asamblea Majorera fundada por Miguel Cabrera Cabrera, luego senador por Fuerteventura y dirigente político de la nueva formación de la Maxorata. Fueron otros tiempos en los cuales conocí a una AM progresista, en donde también otro dirigente, Gerardo Mesa Noda, destacó por su honradez y buen hacer político. Con Miguel Cabrera y Gerardo Mesa hice una buena amistad, y recuerdo incluso que por los años 80 departimos varios encuentros, y un inolvidable asadero en la playa de Pozo Negro, rodeados de piedras y callaos “tenemos tanta arena que me gustan estas playas, esta costa, Giniginamar, Las Rayitas, La Lajita, esta de Pozo Negro”, me decía Miguel, y entre pulpos, calamares y pescado fresquísimo pasamos un domingo inolvidable. Miguel Cabrera, arquitecto de profesión, vigilaba por esa época que no se hicieran disparates urbanísticos en Fuerteventura, y empezó a ser mal visto por algunos compañeros de AM que tenían otras ideas más comerciales.
Los tiempos han cambiado, se han hecho muchos disparates urbanísticos, y ahora el líder de Asamblea Majorera es Mario Cabrera González, porque José Miguel Barragán aunque majorero es más bien líder de lo que queda de ATI con permiso de Ana Oramas y Fernando Clavijo, y además ahora Barragán está más a estribor aunque cuando era joven con Miguel Cabrera y Gerardo Mesa estuvo algo a babor, pero poquito. Ahora ATI al perder el poder político y el económico se enfrenta en el cónclave de mayo a una cita tremendamente peligrosa porque ni Clavijo ni Oramas tienen controlado ni a barlovento ni a sotavento todos los aires que le vienen encima a Coalición Canaria versus ATI. Coalición Canaria de cara al congreso de mayo tiene un doble problema, el cambio del sentido del voto de Oramas en la sesión de investidura de Pedro Sánchez que le costó unas perrillas pero que significó un terremoto interno, y cuestión más profunda, la pérdida del poder que ha significado un desbarajuste histórico de difícil recomposición.
Ahora parece necesario que Mario Cabrera ponga los puntos sobre las íes y que destaque en primera plana que hay un sector en Coalición Canaria que está dispuesta a dar la batalla para hacer frente a Clavijo y Oramas, porque otra cosa sería la pronta muerte política del nacionalismo canario, y más si Fernando Clavijo se sienta en el banquillo de los acusados por el caso 'Grúas'. El espíritu de Miguel Cabrera, de Gerardo Mesa, y de tantos otros fundadores de la primitiva Asamblea Majorera debe de prevalecer, alejarse de la ATI chicharrera, y liderar con Lanzarote, El Hierro, La Gomera y La Palma una respuesta contundente al “centralismo” de Tenerife y al seguidismo de Gran Canaria interpretado por Pablo Rodríguez y sus pocos seguidores. La gran crisis de Coalición Canaria está servida y en mayo tendrá su más tétrica tragedia si majoreros, conejeros, gomeros, palmeros y herreños no dan señales de vida. En caso contrario la única opción de todos es volver a un insularismo raquítico. Y Nueva Canarias, Román Rodríguez, esperando a que caiga la fruta del árbol de CC.
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