A los jubilados se les amordaza sin sus creaciones

Era lo que les faltaba a los creadores de todas las artes. Al cumplir la edad de 65 años y recibir sus emolumentos por jubilación, les declaran incompatibles con el libre ejercicio de la creación remunerada. Esta ley data del año 2012, que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social del actual Gobierno, decretó que se les prohíbe a todos los que estén cobrando una pensión, por su merecido retiro (retribuida durante muchos años en sus impuestos laborales), que puedan obtener emolumentos por alguna labor intelectual. Para los sesudos de este Ministerio, la versada cooperación a la cultura de los intelectuales dotados de un eminente talento, ha acabado. Es, otra manera de amordazarlos.

Los jubilados del trabajo contractual, los mayores de 65 años, no podrán seguir en la creación, según ese precepto legal. Los que deseen continuar con su labor intelectual tienen dos opciones: 1.- Cobrar su pensión, pero renunciando a recibir peculio alguno por sus actividades paralelas de carácter cultural: obras musicales o plásticas, libros, artículos, conferencias, cursos, fotografías artísticas, etc., etc. Si así lo requieren, tendrán que regalar todos sus enjundiosos trabajos intelectuales. O sea, hacer su distinguida creación gratuitamente; y 2.- Desistir de percibir su renta contributiva; o la no contributiva, para seguir cobrando sus derechos de autor y todas sus labores intelectuales de forma libre. Se les conmina a que renuncien a esa retribución, so pena de multa o retirada de la pensión.

Para la defensa de sus talentos creadores, por tamaña tropelía a su capacidad profesional, en la continuidad del resto de sus vidas, se creó una plataforma para reivindicar esa legalidad sustraída y el derecho que cualquier creador pueda ejercer su quehacer intelectual después de la jubilación laboral. Prolongar su intelectualidad creadora, con la remuneración correspondiente por ese trabajo. Y sin dejar de percibir sus rentas de retirado, que fraguó con muchos esfuerzos y tiempo durante su vida profesional.

Los intelectuales de todas las ramas de la creación se han manifestado con todos los derechos que les asiste, y para ello, han presentado un manifiesto, ante el Ministerio de Empleo y Seguridad Social hace unos meses, instándole a que retire esta ley (que a tantos jubilados y a la cultura perjudican), que según esa legislación vigente, es incompatible la actividad creativa remunerada con el cobro de una pensión.

A esta petición se han sumado asimismo, los entes colegiados, representantes de miles de creadores: músicos, escritores, artistas plásticos, fotógrafos, investigadores, científicos, etc., como son: Sgae, Vegap, Cedro, Acee. Se apela, a que se permita compatibilizar la creación con su paga de jubilado, ganada por sus esfuerzos durante tantos años. Y que, por tanto, esos rendimientos del trabajo generados, sean declarados como actividad creativa, abonando los consiguientes cánones por esa labor.

En el manifiesto presentado físicamente, ante dicho ministerio, por encomiados artistas y escritores, y firmado por cientos de representados, se aconseja y exige: Que el daño al impulso intelectual del país sería cuantioso culturalmente, y económicamente desproporcionado, al no permitírsele a estos creadores su merecida continuidad lucrativa. Otra sería, el descenso por los impuestos recaudados en ese trámite empresarial, que irían a parar directamente a las arcas públicas.

Y en las reivindicaciones: Que se aceptara la compatibilidad de los trabajos creativos en los intelectuales, con el percibimiento de las pensiones. Otra es: la concertación de un diálogo entre ambas partes, para encontrar las vías más favorables para todos los creadores interesados y el Ministerio. Y por último: establecer una atención especial a los jubilados intelectuales de rentas no contributivas, con su labor creadora.

Esta ley se suma a la muy desafortunada de la subida de impuestos al fisco con el despótico aumento del impuesto, del 8% al 21% a toda actividad cultural. Medida que casi aplastó a esta industria de la intelectualidad, y que genera también, grandes beneficios al fisco. Al igual que ocupaciones laborales.

Existen muchas de las naciones más progresistas de la UE, que permiten complementar la remuneración por labores intelectuales, a la paga por jubilación. Estas son algunas de ellas: Austria, Alemania, Noruega, Polonia, Portugal, Francia, Italia, Luxemburgo, Finlandia, Reino Unido, etc. Igualmente, es patente, que existen otros países que aplican la misma disparatada, majadera y errónea legislación, que el nuestro.

Bien es cierto, que las labores de todo tipo de creaciones de los expertos jubilados, dan origen a un dinamismo de la actividad económica que, de carecer de ella, se perdería en el incremento de la riqueza cultural del país, que a todos beneficiaría. Sobremanera, por la cualitativa experiencia que aportan por tantos años de oficio y la solera del talento de los fecundados añosos, hechos por la constancia y tiempo que han dado sus vidas.

El nuevo gobierno, que está por formarse en fechas inmediatas, debe derogar esta tropelía legislativa que atenta contra los más nobles derechos de la intelectualidad de los jubilados en su desarrollo, por su talento aún vivo, madurez y por su larga experiencia y por la grandeza cultural de nuestro país. Y que tengan derecho a percibir los emolumentos correspondientes a cambio de sus servicios culturales al país.

Y esa medida no puede considerarse jamás discriminatoria con los demás y respetuosos jubilados, en sus percepciones retributivas. Simplemente, deben ingresar sus impuestos de renta del trabajo intelectual, incrementado a su paga de jubilado. Faltaría más.

A lo mejor, si somos justos y honrados en el proceder legislativo y en todos los órdenes sociales, habrá que legislar por las puertas giratorias de los políticos que ocuparon cargos afines; y de otras muchas prebendas, de las que gozan sus señorías cuando se ‘jubilan’ de sus escaños. Y no precisamente por trabajos de riquezas culturales.