La legitimidad de las urnas del PP es ilegítima

En numerosas ocasiones hemos oído a líderes del PP y también al propio Presidente Mariano Rajoy hablar de la legitimidad que el pueblo, que es soberano, les ha otorgado en las urnas al darles la mayoría absoluta para llevar a cabo las políticas que realizan, incluso a veces se dirigen a la oposición defendiendo esta tesis, como diciéndole al contrario político, - oiga, usted no tiene la legitimidad suficiente como la tiene este gobierno, por lo tanto el que gobierna soy yo - Siendo cierto que el que gobierna tiene la legitimidad que le ha dado el pueblo español para eso, para gobernar, para llevar los destinos de este país, no es menos cierto que no la tiene para hacer lo que le venga en gana.

La representatividad de los políticos hoy en día es puramente formal; una vez que el pueblo los ha votado se desvinculan absolutamente de sus electores, es más, no les hacen el más mínimo caso hasta dentro de cuatro años en que los vuelven a necesitar. El voto de los españoles no puede seguir siendo un voto cautivo durante cuatro años teniendo que esperar otros cuatro para poder ejercerlo de nuevo, la democracia es mucho más que votar cada cuatro años. La política tiene que basarse en un contrato entre los partidos políticos, o entre los políticos, y la ciudadanía, o al menos así debería ser, teniendo que existir además una serie de mecanismos que permitan a la ciudadanía participar y decidir en todo aquello de suma importancia para el país o para los ciudadanos que no viniera recogido en los programas electorales de los partidos. Debe ser un contrato no firmado pero legal como para poder demandar ante los tribunales aquellos incumplimientos de programas electorales de los partidos o al menos de aquellos que hacen lo contrario de lo que figuran en sus programas:

Ejemplo: Comunidad de Madrid: No debería poder enmascararse en un programa electoral diciéndose “vamos a mejorar las gestión de todos los hospitales públicos para que los madrileños tengan una mejor sanidad” y luego hacer lo que hacen que no es otra cosa que ir por el camino de la privatización de la sanidad pública sin más“ ¡¡ esto no es otra cosa que un fraude electoral que debería estar sujeto a denuncias ante los organismos competentes !!

Nuestra democracia se debe dotar de mecanismos más participativos entre esos periodos legislativos de manera que no ocurra como ahora, que los políticos dicen tener la representatividad del pueblo pero la verdad es que cada vez los representan menos, es más, en ocasiones desprecian a ese pueblo. La (ILP) Iniciativa Legislativa Popular que presentó la PAH (Plataforma Afectados por la Hipoteca) con más de un millón de firmas y que el PP quiso en una primera instancia ignorar y no admitir ni siquiera a trámite en el parlamento es un claro ejemplo de que la política y los criterios de representación tienen que cambiar y no sólo en España sino en la mayoría de países de la Unión Europea. Los políticos han perdido la perspectiva de cuál es su verdadera misión además de representar a nuestro país, y que no es otra que buscar el bienestar de sus ciudadanos y no para castigarlos y fustigarlos como hacen ahora a cambio de beneficiar a los poderes económicos, que son los que verdaderamente marcan las directrices a los gobiernos de turno, tanto en España como en la Unión Europea, ahí es donde está el poder real, el poder económico, que ha devorado al poder político sometiéndose este a sus exigencias. La política no puede ser una carrera sino un servicio, los políticos no pueden ser ciudadanos de primera clase respecto a los demás teniendo que estar al servicio de la ciudadanía y no al contrario.

Por tanto nuestra Constitución debería prever unos mecanismos de reprobación o de solicitud de convocatoria de nuevas elecciones generales ante incumplimientos graves de los programas electorales. En el caso de España, con el gobierno del PP, es inaguantable por no decir insufrible el grado de incumplimientos de su programa electoral, además de ser un “engaño masivo” que los ciudadanos sufrimos sin poder hacer nada hasta las próximas elecciones. De ahí que comparta el criterio de aquellos que claman por la disolución de las cámaras legislativas y se convoquen nuevas elecciones, y eso que sólo llevamos dos años de este gobierno del PP que no ha hecho sino todo lo contrario de lo que predicaba cuando estaba en la oposición. En esos nuevos comicios los programas electorales de los partidos deberían contener de manera concreta y explicita aquellos aspectos más importantes de sus políticas económicas, fiscales, sociales, reformas laborales, pensiones etc etc., así como los cambios que quieren llevar a cabo en la Constitución para una mayor participación de la ciudadanía, por ejemplo, en qué casos se hacen referéndum, sobre la supresión de organismos oficiales y cuáles van a ser, en fin, o se va por ese camino o el desapego que existe del pueblo respecto a los políticos irá en aumento, espacio que van ocupando los partidos fascistas que saben moverse bien en ese malestar de los ciudadanos como está ocurriendo en Grecia con el partido “Amanecer Dorado” un nombre muy bonito para un partido fascista que no traerá otra cosa que penumbra y desolación como ha ocurrido en otras épocas de la historia europea.

Por todo eso Sr. Rajoy y sus adláteres no me vengan un día sí y otro también diciéndome de la legitimidad que el pueblo español les ha otorgado en las urnas para sacar a este país de la crisis, por favor no nos tomen el pelo una vez más, porque no ha sido un cheque en blanco lo que ha firmado la ciudadanía con ustedes señores del PP, no sigan sacando pecho de que han tenido más de 10 millones de votos porque a la vista está que en sólo dos años esos diez millones se han mermado considerablemente. Les recuerdo que el apoyo que han recibido era para acabar con el paro y este no ha hecho más que subir, para bajar los impuestos y ustedes los han subido, IVA, IRPF, etc, iban a luchar contra la corrupción y la tienen metida en su casa negándola y mirando para otro lado, han destinado dinero para ayudar a la banca y se lo niegan a los dependientes, a los hipotecados y a los preferentistas y ahora quieren que nos vigilemos y denunciemos unos a otros para satisfacción de Hacienda para ocultar su incompetencia en la lucha contra el fraude.

Por lo tanto no me venga con cuentos Sr. Rajoy, su legitimad para tomar decisiones es cero y tiene que dimitir y convocar elecciones porque lo que usted está realizando es un “fraude masivo” al pueblo español.