Espacio de opinión de Canarias Ahora
Paciencia...
6.202.700 parados, el 27,16% de los españoles no tiene empleo. Pero como dice un portavoz del partido en el Gobierno: “que no nos ciegue el mal dato del paro....”
En mi caso yo lo que diría sería algo así como “que los datos del paro no nos impidan ver el fondo del precipicio”... Una visión súper negativa, lo sé,... así que al que le dé mal rollo que no siga leyendo, aunque sinceramente les aconsejo que no den la espalda a la información que viene a continuación. Esta semana me he leído un montón de artículos e informes y hay un par de ellos que me han dejado seriamente preocupada.
Para empezar voy a resumir un poco el escenario actual.
- El paro ha alcanzado los 6.202.700 parados, pero seguirá subiendo en los próximos meses hasta que lleguemos a la campaña de verano (unos meses de respiro con empleos temporales en el sector turístico). Después de las vacaciones volverá a aumentar el desempleo. Aún no hemos tocado fondo.
- Anteriormente, en España hacía falta crecer entre un 2,5% y un 3% anual para crear empleo, pero según el Gobierno, con su reforma laboral bastará con un 1% de crecimiento sobre el PIB para que descienda el paro. Sin embargo, recuerden que el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno prevé un descenso en el PIB del 1,3% para este año (cuando elaboraron el presupuesto partieron de un dato ilusorio, que sólo caería un 0,5% en 2013, pese a que todos los organismos medianamente serios ya advertían de aquel disparate). Si la economía cae un 1,3% en 2013 significa directamente que se va a seguir destruyendo empleo, y a buen ritmo,... y si nos creemos el cuadro (opcional), empezaremos a ver algo de creación de empleo estable para el 2015-2016.
- Los parados de larga duración son y serán cada vez más. En Gurusblog hay un buen resumen de la evolución del paro en España según la duración del mismo y un gráfico escalofriante. Fíjense en la línea morada, con un crecimiento exponencial: esa es la gente que lleva más de dos años sin empleo. Es la misma gente que sufre el acoso de los bancos por las deudas de sus hipotecas, carne de desahucio y antesala de la pobreza. Y cada vez son más porque el resto de las líneas acaban sumándose con el tiempo a la línea morada...
- Las previsiones de que el PIB empiece a crecer son para 2014,... pero eso no significa que vaya a crearse empleo, pues no alcanzará el famoso 1% necesario hasta 2016... Mientras tanto la famosa línea morada que les enseñé antes se habrá salido de la escala. Si actualmente los parados de larga duración representan el 9,2%, en 2014 podemos alcanzar el 15%. Pero esto no es lo peor.
- Vamos a suponer que efectivamente empezamos a crecer por encima del 1% algún año de estos. Este crecimiento debería ser estable en el tiempo y a ser posible aumentar de manera continua para poder volver a dar empleo al menos a una parte de esa gigantesca bolsa de desempleados. Los cálculos más optimistas prevén que esto será así en unos 10 años, alcanzando los niveles de empleo del 2007. Otros analistas opinan que será dentro de unos 20 años porque con el modelo empresarial actual es imposible una recuperación más rápida... ¿de verdad alguien piensa que la paciencia de los ciudadanos será tan grande?
¿Más de 10 años para volver a niveles de empleo del 2007?
Ojalá, ...pero al parecer, eso tampoco va a poder ser, porque al mismo tiempo España decrece en población. Este es el estudio que más me impresionó, “El problema del envejecimiento en España” de Abel Fernández y Andrés Alonso, un artículo muy recomendable.
La noticia, que pasó casi de forma anecdótica por los telediarios destacando la salida de 200.000 emigrantes de España, es demoledora. Se van los emigrantes, se van los estudiantes, y se quedan los mayores.... reduciendo el volumen de población activa en edad de producir y aumentando el volumen de personas mayores dependientes de las pensiones... En resumen, que podemos perder en torno a un 1% anual de población con capacidad de trabajar... y así está claro que conseguiremos que baje el porcentaje de paro “por ausencia”, pero no que crezca la economía, porque sin población productiva la economía no crece.
Esta es la conclusión literal del estudio para los que no tengan tiempo de leerlo entero:
España ha vivido durante varios años un espejismo de crecimiento basado en el aumento de la población adulta, tanto por motivos demográficos como migratorios. Pero este ciclo toca a su fin y cada vez entrarán más personas en la edad de jubilación que en la edad adulta. El problema del envejecimiento no es un problema abstracto ligado a las pensiones que se manifestará en el futuro. El problema está ya aquí, trae consigo una disminución de la población de casi el 1% anual y va a ejercer una fuerza proporcional, continua y negativa sobre nuestro PIB. Así, y en este contexto de recesión, un grupo cada vez menor de trabajadores serán los responsables de sostener a la población dependiente y de asumir la deuda pública creciente. El panorama no puede ser más sombrío.espejismo de crecimientobasado en el aumento de la población adultaEl problema del envejecimiento no es un problema abstracto ligado a las pensiones que se manifestará en el futuro
Efectivamente, cada vez menos personas en activo tienen y tendrán que mantener a más población dependiente y una deuda pública cada vez mayor que superará el 100% del PIB en muy poco tiempo, lo que hará que sea prácticamente impagable si se une a la deuda privada y convertirá a esa población activa en una especie de esclavos del sistema. El primer signo de que esto ya está sucediendo es la prorroga del incremento del IRPF durante un año más... el impuesto no puede reducirse a corto plazo porque los ingresos provenientes de la población activa descienden y los que quedan en activo cada vez tendrán que pagar más impuestos para sostener el sistema. Un círculo perverso para el que no hay salida, y para el que tampoco se crean situaciones de estímulo que rompan el círculo.
Es más, actualmente apenas unos 16.000.000 de personas mantienen al país en marcha, un país con 47.000.000 de habitantes. Ellos soportan el peso del Estado, la administración, la deuda pública, la educación, los hospitales, las pensiones y además tienen que gastar lo que no tienen para mantener activo el consumo y hacer que la economía crezca, con la incertidumbre añadida de si serán los siguientes en sumarse a la lista del paro el día menos pensado. Para colmo, los cotizantes no han hecho más que disminuir y seguirán cayendo en los próximos meses, así que harán falta más recortes y subidas de impuestos.
Pero vamos unos años más lejos. La generación del 70 (la mía), es una de las más grandes del siglo XX y es la que en gran parte está sosteniendo al sistema hoy en día. Cuando lleguemos a la edad de jubilación apenas habrá población activa para sostenernos a nosotros. Los niños nacidos a partir de los 90 representan la generación que deberá mantener la mayor carga de dependientes sobre sus hombros.
Si analizamos la situación de estos niños hoy en día, el panorama se complica aún más: fracaso escolar, sistema educativo público recortado, mayor porcentaje de niños en la pobreza, incluso carencias en la alimentación que requieren la intervención pública a través de los comedores escolares. Paradójicamente, ellos son los que teóricamente sostendrán al país en las próximas décadas, serán pocos y necesitan puestos de trabajo de muy alto valor añadido para que aún siendo menos ciudadanos produzcan más. Si a esto le añadimos otras crisis que nos amenazan, empezando por la energética, la de los recursos naturales, la del calentamiento global, etc,... lo que le vamos a dejar a las siguientes generaciones es un solar.
¿Soluciones?
Llegados a este punto, descubrimos que no nos basta con salir de la crisis, que ya estamos en un callejón sin salida. Ahora lo prioritario en este país es diseñar una estrategia de futuro, cambiando el modelo productivo actual, especializándonos en sectores de alto valor añadido (investigación, ciencia) y en ámbitos donde la demanda claramente vaya a ir en aumento durante las próximas décadas (autosuficiencia energética, atención a mayores) donde los recursos que ya existen en nuestro país sean a su vez la ventaja competitiva que acelere su desarrollo (clima y capital humano). En estos momentos es imprescindible tener una meta, un camino hacia el que enfocar los esfuerzos de todos los ciudadanos y definir en qué clase de país queremos vivir. No puede ser que el único objetivo sea “cumplir con el déficit” o el ambiguo “salir de la crisis”. No. Esos no son objetivos. Los objetivos son retadores, ambiciosos y concretos y persiguen el liderazgo en un campo determinado para el cual contamos con ventajas competitivas naturales y/o recursos cualificados (científicos, profesionales).... y sobretodo... los objetivos los decidimos nosotros, no nos los imponen desde fuera.
Por eso es especialmente triste que en las previsiones del gobierno se dé por hecho que el paro no va a descender significativamente y se asuma sin más. Aún es peor si el mensaje se acompaña de nuevas reformas que siguen sin conducir a ningún sitio, dejando la puerta abierta a más recortes y más subidas de impuestos de aquí al verano. El colmo es que ante este panorama, nuestro Presidente siga sin dar la cara ante la población, y las dos últimas veces lo haya hecho escondido dentro de una pantalla de plasma y sin aceptar preguntas, algo que no se entiende en ningún lugar del mundo. Quizás por eso sólo da la cara cuando nos visita alguien de fuera, porque esconderse en un plasma al lado de un mandatario extranjero sería bastante bochornoso. Gracias a la visita del Primer Ministro irlandés hemos sabido que tras la peor noticia de la legislatura, el Presidente le pide a todos españoles paciencia,... aunque sonaba más a “resignación”.
¿Hay brotes verdes? Sí, sólo uno, la bajada de la prima de riesgo, aunque sea por causas ajenas al gobierno: la política monetaria de Japón, la solución a la crisis política italiana y la flexibilización de los plazos para cumplir el déficit por parte de la UE. Esto permitirá que nos financiemos a menor coste y que se alivie a medio plazo el peso de los intereses en las cuentas del Estado, al tiempo que aleja el fantasma del rescate. Sin duda es un alivio, aunque no olvidemos que es circunstancial y que mientras el resto de indicadores macroeconómicos nacionales no mejoren, seguiremos en la cuerda floja, algo de lo que alerta el FMI, pues la crisis podría volverse crónica.
Y ahora ¿qué?... En mi opinión mas tarde o más temprano habrá que resetear el sistema. Habrá que plantearse que este camino no nos lleva a ningún sitio y tendremos que redefinir todo el sistema político y económico... y esperemos que se haga por las buenas, porque la paciencia tiene un límite.
Que tengan una buena semana, y si les ha parecido interesante (aunque puede que un poco deprimente), por favor, compártanlo.
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