Espacio de opinión de Canarias Ahora
La sauna de Casimiro
Mientras CC y PP siguen haciendo que pactan una nueva mayoría de gobierno y la negociación parece que se convertirá en el culebrón del verano, pocos son los que reparan en que si Casimiro Curbelo no hubiese ido a una sauna madrileña con su hijo y un amigo, hoy en Canarias estaríamos hablando de un gobierno de otro signo.
Aquello que hizo Casimiro Curbelo en los madriles en su etapa de senador socialista por La Gomera, con su posterior trifulca con varios agentes de la Policía Nacional, rompió su larga trayectoria de fiel afiliado del PSOE. Los dirigentes socialistas, especialmente los de la federal de Madrid, pidieron la cabeza de Curbelo porque aquello que había hecho no era nada edificante para el partido que fundó el primer Pablo Iglesias.
La marca del PSOE en La Gomera era la de su presidente del Cabildo y senador, por lo que era de esperar que si el Partido Socialista prescindía de este también estaba prescindiendo de los votos que acaparaba elección tras elección. Solo hay que recordar que en la etapa más crítica del PSOE el único cabildo que presidía en las islas era el de La Gomera con Casimiro Curbelo al frente.
De los cuatro diputados autonómicos de la circunscripción de La Gomera, tres son de Curbelo y su nuevo partido, Agrupación Socialista Gomera, y solo una parlamentaria pertenece al PSOE. Si esos tres diputados se hubiesen añadido al PSOE, el grupo socialista habría igualado en escaños a CC. Actualmente le supera en número de votos en Canarias a pesar de tener tres parlamentarios menos debido a la fatídica ley electoral que beneficia fundamentalmente a CC.
Es curioso que las siglas de Casimiro Curbelo se correspondan también con las de Coalición Canaria, pero lo cierto es que esos tres diputados socialistas gomeros del presidente del Cabildo son los que pueden desequilibrar la balanza en el parlamento canario. Si se unieran al PSOE, Podemos y Nueva Canarias, la cámara contaría con un bloque sólido de izquierda que haría imposible un gobierno de derecha nacionalista entre PP y CC pues no tendrían más escaños. 30 frente a 30.
Todo empezó con una sauna en Madrid y un “usted no sabe con quién está hablando” con dos copas de más dirigido a un agente de policía. Si en La Gomera hubiese habido una sauna, a Casimiro no le habría hecho falta hacerse el farruco en la capital del reino. Ya está tardando en construir una en Vallehermoso. Mi reino por un caballo y mi gobierno por una sauna.
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