Espacio de opinión de Canarias Ahora
La veleta
-Entonces, ¿cuándo me he equivocado? ¿ahora o antes?
-Visto lo visto, las dos veces.
-Pero ¿por qué? Solo he intentado ser consecuente.
-No. Ni de coña. Has intentado ser oportunista. En el momento en que te vinieron mal dadas enseguida cambiaste de opinión como quien cambia de ropa. ¿Crees que el resto no nos damos cuenta?
-Pero, vamos a ver… Se trata de intentar alcanzar objetivos más elevados que los que las personas ven. Nadie sabe cuáles son los sacrificios que hay que hacer para hacer ver lo que una parte de la sociedad solo puede intuir.
-Venga ya. Menos lobos. ¿Te crees un ser visionario? Eres común. Tienes hambre y debes llenar la barriga. Y si para eso hay que traicionar principios, pues ya nos inventaremos otros ¿no?
-No lo entiendes…
-Sí lo entiendo, pero no estoy de acuerdo. Y no estoy de acuerdo porque cuando se gana se gana y, cuando se pierde, se aprende y se asume.
-Tú sí pareces un libro de autoayuda, con esas frases hechas. Madura. Crees que todo el mundo llega según sea su merecimiento. Pero no es así. Puede que una ínfima parte de la comunidad llegue, pero la gran mayoría solo son escalones para que el resto podamos ascender.
-¿Ascender? ¿hasta dónde?
-¿Hasta alcanzar tal poder de decisión que notas como la gente tiembla cuando vas a comenzar a hablar?
-Pero ¿qué estas diciendo? ¿no se supone que te dedicabas a este menester porque querías el bien común, el avance solidario y todas esas cosas?
-Sí, claro. Pero para eso debes tener un poder de decisión determinante y ahora estoy cerca de conseguirlo.
-No si lo evito.
-Atrévete.
-No solo me atreveré, sino que lo conseguiré.
-Te echaré a los perros. Te devorarán.
-Ya conozco a tus perros. A cambio de un pedazo de carne fresca seguro que cambian de dirección y asumen directrices que irían en tu contra. Al final son fiel reflejo de tu persona. ¿O es que crees que eres la única persona que se comporta como una veleta?
-No me vas a provocar. Estoy en una posición dominante y no voy a ceder.
-Eso es lo que tú te crees. Eres la parte débil. Si quieres mucho, pero te dan poco, con eso te quedas. Recuerda: el lado corto condiciona.
-¿Sabes lo que te digo? Que cada vez tengo una mayor seguridad en lo que quiero, debo y voy a hacer. Y ni tú ni nadie me hará cambiar de opinión…
-Una vez más, querrás decir. Porque de opinión habrás cambiado un millón de veces. Y ¿por qué? Porque no te atreves a decidir. Tienes miedo a materializar tus ideas. Tienes miedo a las críticas y pavor a no saber asumir tus responsabilidades. Y como sientes que el fracaso duerme cerca de ti, toda tu vida estarás en una pesadilla.
-Bien. Pues que hable el pueblo…
-Sí, que hable. Una vez más. Aunque estaría bien que esta vez le hicieras caso.
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