Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Virus municipal?
El pleno del 30 de julio en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria llevaba varios temas que predecían fuertes enfrentamientos dialécticos entre el gobierno municipal del PP y la oposición (PSOE, NC y Compromiso), pero las expectativas no se cumplieron.
La primera sorpresa fue la proposición del PP – a instancia de un sindicato de la policía local – solicitando a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social la anticipación de la edad de jubilación a favor de los policías locales de Las Palmas de Gran Canaria. Pero ¿no es éste el equipo de gobierno municipal que ha estado a la greña con los policías durante todo el mandato? ¿Qué ha pasado para este cambio de actitud?
La segunda sorpresa fue el tono del debate entre el portavoz de NC y el del PP, en una moción de los primeros, contrarios a la privatización de AENA. En su exposición, el portavoz de NC, Quevedo, parecía que le estaba pidiendo perdón al PP por presentar dicha moción. Y en la contestación de Sabroso, también parecía que le pedía perdón a NC por tener que votar en contra de la moción. Normalmente ambos portavoces se habrían atizado de lo lindo, por supuesto, verbalmente.
Otra sorpresa fue la del debate sobre la moción del PSOE en la que se pedía que, en caso de derribo de la Biblioteca del Estado, se reclamaran los costes de la misma a los miembros de la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento que, en mayo de 1997, concedieron la licencia, a pesar de los informes de los técnicos que advertían de su ilegalidad. En la moción se daban los nombres de los nueve miembros de la Comisión de Gobierno, entre los que estaban José Manuel Soria y Juan José Cardona.
Lo normal es que, en esta moción, el portavoz del PP fuera Sabroso y que tuviera un discurso agresivo, en consonancia con el nivel de petición de la moción. Y por casos parecidos, a lo largo de este mandato municipal, también hubiera sido normal que interviniera el alcalde Cardona al término del debate, poniéndole un poco de picante al tema. Pues no pasó nada de lo previsible. El portavoz del PP fue Isabel García Bolta, que estuvo muy correcta en el tono y en el contenido de su intervención, y el alcalde Cardona miró para otro lado, como si la cosa no fuera con él.
En el pleno se trataron varias modificaciones de créditos, en las que habitualmente se enzarza el concejal de Hacienda, Agustín Gutiérrez, y el portavoz en asunto económicos del PSOE, Alfonso Campoamor. Éste lo intentó, pero Gutiérrez no entró al trapo, y terminaron el debate sobre los asuntos económicos sin pena ni gloria.
En la moción del PSOE sobre Parques y Jardines relativa a las desigualdades de trato a los barrios de la ciudad (dependiendo de si son céntricos o periféricos), pasó tres cuartos de lo mismo. Inmaculada Medina, por el PSOE, tuvo una intervención de guante blanco a la que contestó Sabroso con otra de guante de seda. Llegó un momento en el que no se sabía si el concejal de gobierno era Medina o Sabroso.
Comenté estos hechos a varios periodistas que asistían a la sesión plenaria, que estaban tan asombrados como yo. Parecía que al equipo de gobierno municipal alguien le hubiera cambiado el chip. No hubo intervenciones agresivas por los portavoces del grupo de gobierno del PP, ni retiradas de palabras ni malos modos por parte del alcalde. En fin, no se entendía nada de lo que estaba pasando en relación con lo sucedido durante los tres años de este mandato municipal.
Pero el asombro llegó a máximas cotas cuando leí el comunicado sobre la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que el Director General de Recursos Humanos, José María Cabrera, remitió en estos días a todos los trabajadores municipales. No tanto por el contenido del mismo (negociaciones con los sindicatos sobre la RPT 2014, consideraciones de positivas a algunas propuestas de estos, explicaciones de los porqués de las que no fueron aceptadas, etc.), sino por las formas de las que se hace gala en todo el comunicado, en comparación con alguna de las cartas que el mismo Cabrera envió al personal el año pasado, incluyendo veladas amenazas. ¿Será el mismo Director General? ¿Se habrá reciclado? ¿Le habrán afectado tanto los varios autos del Tribunal Superior de Justicia de Canarias suspendiendo la RPT 2013?
El cambio de estrategia del PP en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se debe a un virus que se llama “elecciones municipales de mayo 2015”. Éste es un virus que suele afectar a los políticos que están en los gobiernos cuando faltan menos de nueve meses para las elecciones. Los afectados por el virus suelen creer que la ciudadanía es desmemoriada y se chupa el dedo. Pero no es así. Si no, que le pregunten a Jerónimo Saavedra qué le pasó en mayo del 2011.
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora