Una de ellas, el que una decisión como la adoptada por el Cabildo con el GCB incide directamente en las concepciones de política cultural y tienen derecho los ciudadanos a conocer las distintas opciones para disponer de elementos de juicio y opinar con fundamento. Lo que les niegan los partidos donde el líder impone el silencioso acatamiento sin fisuras de su autoridad. Que fue lo que ocurrió con este mismo GCB, que se nos “posó” aquí un buen día. Pienso que es cuestión de pedagogía democrática saber qué hay y en qué se disiente.Otra razón sería, en este caso, paliar la manera abrupta con que se anunció la disolución del GCB. No estuvieron finos Luz Caballero y Roberto Moreno y creo que la intervención de Saavedra ayuda a poner por delante de todo la intención cabildicia de replanteárselo de nuevo y darle salida a necesidades culturales y vocacionales nucleadas alrededor del ballet mediante la potenciación de su enseñanza y divulgación sin que el esfuerzo sea una losa para la caja pública. En este sentido, aunque la creación del GCB respondiera a móviles espurios tan urgentes que muchos de los bailarines vinieron apalabrados, no con contratos en firme, puede servir de revulsivo para reforzar la oferta cultural y de posibilidades de realización personal que es de lo que se trata.Y acabo con la referencia a la comunicación de un lector al calor del GCB, porque las leyendas urbanas hay que ponerlas en su sitio. Ignora o prefiere obviar el remitente que el Festival de Música, que atribuye a “capricho personal” de Saavedra, se inició en Las Palmas de Gran Canaria, donde existe una amplia y secular tradición musical; y que, si hubo capricho saavedriano, fue el de ampliar la iniciativa a otras islas, involucrando al Gobierno regional.Alude el mismo comunicante a una supuesta propuesta mía, en su momento, de que saldría más cuenta que financiar el Festival pagarle el billete a Salzburgo al aforo del Pérez Galdós. Ni comentario merece. Salvo surayar que es de los que consideran “privilegiados” a los aficionados a la música. Entre los que figuro.