El problema es que el mensaje caló y no les queda a Paulino y al ex macho Soria otra que mostrarse como lo que son y representan. Soria lo tiene peor porque no puede blandir contra López Aguilar el estigma de “canarión” que tanto ayuda a Paulino. Éste sería un héroe si se hace con la presidencia y refuerza, en el Ayuntamiento de Santa Cruz y en el Cabildo de Tenerife, las trincheras áticas frente a la absurda especie de que Gran Canaria quiere controlar las dos corporaciones tinerfeñas y que López Aguilar es el instrumento. De telón de fondo, la antigüalla de la capitalidad única a la que Dios libre y guarde. Increíble que esas falacias funcionen aún.Uno, no se equivoquen, no está por un pacto PSC-CC. Y sólo les diré una razón, entre varias: es necesario acabar tanto con este Estatuto, por desintegrador y fuera de nuestro real contexto sociopolítico, como con el sistema electoral que volvió a tirar a la basura más de 100.000 votos. El pacto CC-PP agudizaría la visualización del problema al formar Gobierno una fuerza política (CC) barrida de Gran Canaria y otra (PP) que ha retrocedido gravemente en la misma isla. Justifica reducir a ella el análisis su peso demográfico y lo significativo del solitario escaño que Mar Julios obtuvo con los 20.000 votos que dejaron fuera del Parlamento a NC, con 50.000. Por no entrar en el patético papelón de Soria bajo manto ático. Yo quisiera un gobierno CC-PP para acelerar la historia. Podría provocar la catarsis necesaria, la que no se produciría con López Aguilar de presidente. No sé si él estaría por afrontar la cuestión constituyente canaria, que a ella me refiero. Lo seguro es que no podría o no le dejarían sus eventuales socios áticos. Debe considerarse, además, que el triunfo psocialista lo dio la extraordinaria concurrencia de buenos candidatos, no el trabajo de un partido que no ha construido una alternativa en años de oposición que le aportara suficiente resuello para respaldarlo, llegado el caso.