Porque de lo que se trata es de hacerse la foto y vender presunta gestión, aun poniendo en entredicho las buenas relaciones institucionales. Al contrario que la delegación grancanaria, que iba encabezada por las autoridades de la isla y del municipio por el que se movilizaban hasta Madrid, en el caso de Fuerteventura no acudía a la reunión ninguna autoridad majorera dado que el PP no toca poder ni de lejos. Sirva como elemento previo que una reunión prevista para el lunes con la alcaldesa de Antigua fue suspendida a última hora por Costas sin mayores explicaciones porque de lo que se trataba era de que la foto se la hicieran quienes finalmente se presentaron en Madrid. Así fue: ante el director general se constituyeron la inigualable Águeda Montelongo, diputada regional, acompañada por el senador popular por la isla, Claudio Gutiérrez, y la diputada nacional Celia Alberto. Realizadas las oportunas fotografías de ambos encuentros, el majorero y el grancanario, la Delegación del Gobierno lanzó un comunicado conjunto resumiendo el éxito alcanzado. Pero, de repente, alguien se dio cuenta de que no podían mezclarse, bajo el membrete del Gobierno del Estado, una reunión institucional con otra puramente partidaria.