El concurso para Lifeblood, o mejor dicho, para cubrir el servicio de hemodiálisis de los hospitales José Molina Orosa, de Lanzarote, y Doctor Juan Negrín, de Gran Canaria, lo convocó la consejería de Mercedes Roldós en 2010, ya con cierto retraso (dos años) sobre el vencimiento del anterior. Un vencimiento que ya estaba beneficiando a algunos conocidos empresarios gracias a las sucesivas prórrogas. Si se convocó en 2010, en junio concretamente, estamos hablando del año oficial del auténtico crack de la crisis económica actual, un mes después de que Zapatero se inmolara en el Congreso de los Diputados haciendo añicos su programa electoral y su ideología y abriendo la senda de los recortes en España. Pues bien, con ese panorama, Sanidad saca a concurso la hemodiálisis por un importe de 124,7 millones de euros para los siguientes quince años, a razón de más de 31,3 millones para los cuatro primeros. El próximo concurso, sin embargo, tendrá un coste sensiblemente menor, a razón de 230.000 euros de ahorro cada año. Las cuentas son fáciles, con una rebaja así y una duración de quince años, el ahorro sería de 3.450.000 euros. Solo para los cinco primeros ejercicios, que es para lo que se convocará este nuevo concurso, el ahorro será de 1.150.000 euros. No está mal la diferencia.