Los síntomas de este cambio de estrategia hacen pensar que se avecina también un recrudecimiento de las acciones mediáticas, seguramente acompañadas de la correspondiente financiación publicitaria, algo que algunos de los más importantes medios de comunicación canarios sugirieron a sus interlocutores petroleros en su gira de hace dos semanas. La respuesta de la compañía, tan segura de sí misma, fue que no se invertiría un solo euro en publicidad en medios locales hasta que no hubiera prospecciones y confirmación de que hay petróleo en Canarias. No descarten que en este aspecto haya operado también un cambio de opinión, porque si bien es cierto que en algunos medios informativos de máxima difusión se ha apreciado cierta querencia al petróleo, las informaciones y comentarios favorables han contado con cierta compensación mediante la divulgación de algunas de las voces más críticas. No descarten que los días previos a la manifestación del sábado, es decir, el jueves y el viernes de esta misma semana, contemplemos en todo su esplendor hasta dónde llega el poderío mediático y comercial de Repsol y del Gobierno de España.