El mismo Gobierno que ayer perdió los glúteos por salvarle los glúteos al presidente de Repsol, es el que en una decisión reciente decidió hacer desaparecer de los Presupuestos Generales del Estado 1.500 millones de euros para políticas activas de empleo. De ese fondo se nutrían, entre otras miles de iniciativas por toda España, las escuela-taller de Las Palmas de Gran Canaria, que este mismo lunes fueron clausuradas abruptamente por el alcalde de la ciudad, Juan José Cardona. Para que se hagan una idea del estropicio, con su decisión de cerrar estas tres escuelas-taller, Cardona manda al paro a 105 alumnos que se formaban a la vez que cobraban el salario mínimo interprofesional. Y los deja sin concluir su periodo de formación cuando solo faltaban seis meses para que acabaran un ciclo de dos largos años de formación. Son personas con riesgo de exclusión social a los que esta formación y el título que ahora no podrán obtener les podía servir para incorporarse a una sociedad que les ha sido hostil por motivos dispares, pero que habían tomado la decisión de prepararse para tener una reinserción laboral.