Resulta estremecedora, muy estremecedora, la ceremonia de exaltación del cinismo que cada día interpreta como si aquí no hubiera pasado nada el Partido Popular de Canarias, como si todos sus voceros acabaran de aterrizar en el Archipiélago colgados de unos inmaculados paracaídas procedentes del más allá. Reparten bendiciones de pureza y de virginidad a diestro y siniestro pasando por alto el insignificante dato de que muchos de los que ahora parlotean han estado ocupando poltronas en Canarias durante años, y cuando no las han ocupado, han aplaudido con las orejas las mismas medidas, los mismos abusos, los mismos excesos que ahora critican picajosamente. Olvidan que tenemos Policía Autonómica gracias a los votos del Partido Popular; que tenemos esa pléyade de empresas públicas gracias al voto y a la complicidad del Partido Popular, que también creó alguna; que la vigente Ley Electoral es la que es porque nunca el Partido Popular intentó cambiarla; que tenemos este modelo de Televisión Autonómica gracias a los votos favorables en el Parlamento y en el consejo de administración del Partido Popular; que Guillermo García es director general de la Radiotelevisión Canaria gracias a los votos del Partido Popular? Pero da lo mismo, borrón y cuenta nueva, a mayor gloria de la política de bajos vuelos. Ya corre por los ayuntamientos canarios una curiosa moción sobre la Televisión Autonómica que es para tararí y no echar gota.