El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El chiringuito que siempre ocupó
Siendo como es un atrevimiento de un cinismo notable que alguien del PP afee a cualquier fuerza política la decisión de subir impuestos, lo que sobrepasa la línea de lo prudente es que una representante pública descalifique la política y las instituciones del modo que trata de hacerlo Australia Navarro. Llamar “chiringuito político” a la Comunidad Autónoma de Canarias descalifica a quien desde un puesto político lo hace. Porque ni está la política para descalificarla desde dentro con apreciaciones tan desafortunadas y populistas, ni reúne la portavoz del PP la suficiente consistencia moral para hacerlo después de haber habitado ese mismo chiringuito que repudia durante unos cuantos años, ora personalmente, ora por personas interpuestas de su propio partido. Navarro echa sal sobre la herida de un movimiento ciertamente peligroso que está lanzando su partido contra la política y contra instituciones como las comunidades autónomas, a las que permanentemente responsabiliza del déficit público y de tantos y tantos gestos de nuevos ricos que han conducido al descrédito y a la ruina. Pero ese discurso tiene un doble problema para cualquier dirigente del PP canario. En primer lugar porque a estas alturas no hay nadie que se pueda imaginar que Canarias pudiera ser mínimamente atendida por Madrid si no fuera por el actual Estado autonómico y las competencias que, con mayor o menor acierto, nos han sido transferidas.
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