Los chistes de Mari Carmen Hernández Bento

A la ex delegada del Gobierno en Canarias no parece haberle hecho mella en su sentido del humor sus cuatro años de servicio en la plaza de La Feria. Lidiar cada día con asuntos ásperos propios de las tareas de responsable político de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, de la inmigración, de los accidentes fatales de aeronaves militares, de huelgas de hambre, de purgas en el Cuerpo Superior de Policía… a María del Carmen Hernández Bento no se le han quitado las ganas de contar chistes. Algunos muy buenos. Lo demostró este domingo en la entrevista que le publicó el diario La Provincia para hacer una especie de balance de su trayectoria y presentarse como flamante candidata del Partido Popular al Senado por Gran Canaria. La pieza periodística está salpicada de unos cuantos chistes marca de la casa que vamos a reducir a los más destacables para evitar que nuestros lectores acaben con desencaje de mandíbula. Ahí van.

“Esta legislatura va a ser muy interesante para el Senado porque va a cobrar mucho protagonismo”. Debe referirse la candidata al deseo de muchos partidos políticos de a) hacerlo desaparecer de un plumazo o b) transformarlo en cámara de representación territorial.

¿Y en qué línea debe ir la reforma del Senado? “En el sentido de que la institución sea más eficaz”, lo que viene a significar que, a su juicio, ahora no lo es.

¿Entonces debemos entender que se va de vacaciones al Senado? “No, para nada”. Después de trece años en cargos de la máxima confianza de Soria, éste está colocando a sus más allegados en puestos donde puedan seguir pegados al sueldo público.

“No sé lo que cobra un senador. No me preocupa eso”. Claro que no, hay que ver qué preguntas hace esta periodista.

“En esta Delegación del Gobierno hemos sido muy rigurosos” con el control del gasto. “En gastos de representación he utilizado prácticamente cero”. No es lo que aparece en ciertas facturas.

El fichaje del general Julio Rodríguez por Podemos “me parece un contrasentido. Esta persona de repente parece que abandona sus principios y lo que ha sido toda su trayectoria”. ¿A qué principios se refiere la señora Bento? ¿Principios castrenses? ¿Principios democráticos? ¿Principios conservadores? ¿Principio de Arquímedes? ¿Tienen que ser votantes del PP todos los militares o exmilitares?

La periodista le ayuda un poquito cuando le pregunta si le parece que Podemos está elaborando sus listas “de forma rancia”. Una oportunidad que Hernández Bento no desaprovecha en absoluto: “La cabeza de lista por Las Palmas al Congreso, Victoria Rosell, ha sido directamente elegida no por la cúpula regional, sino a nivel nacional. El dedo de Pablo Iglesias ha colocado a Rosell (…) en un alarde de democracia interna fantástico, dicho sea con toda la ironía del mundo”. Es de agradecer que aclare el tono irónico de la respuesta porque, de lo contrario, no se le habría entendido. Uf. De igual modo es de agradecer que elogie el dedo de Pablo Iglesias como elogia el de Mariano Rajoy, que es el que elige a todos sus candidatos, a todos, sin mayores miramientos. Dicho sea, claro está, con toda la ironía del mundo.

La entrevista fue realizada antes de que abandonara la Delegación del Gobierno, cargo en el que ha sido sustituida tras un proceso de selección muy cualificado por su hermano Enrique, dicho sea en este caso con menos ironía y un poco más de sarcasmo.

“Son más de 50.000 las personas que desde hace año y medio en Canarias han abandonado las listas del paro y son familias que recuperan la tranquilidad”. Sobre el fondo del asunto (calidad del empleo, salarios, precaridad, tranquilidad en las familias…) ya se manifiestan los expertos reiteradamente. Lo discutible es que sea mérito del PP el incremento del empleo y demérito del Gobierno de Canarias (CC-PSOE) el incremento del paro.

En cualquier caso, le deseamos muchos éxitos en el Senado a la señora Hernández Bento, si resulta elegida. Con este sentido del humor seguro que triunfa en ese nuevo destino político con el que alcanzaría 17 años de vida pública.

Saúl Ramírez será número uno de Ciudadanos

Asegura el delegado territorial de Ciudadanos para Canarias (ese es el cargo del que disfrutan los jefe de filas regionales del partido de Albert Rivera) que la candidatura de Saúl Ramírez como número uno al Congreso de los Diputados por la provincia de Las Palmas está garantizada. Y que este lunes se presentará con todas las bendiciones ante la Junta Electoral. Lo ha dicho este domingo a este periódico Juan Amigó para acallar las varias informaciones que estos días han circulado de modo frenético acerca de una presunta investigación abierta al candidato por irregularidades en su currículo académico. Informaciones que adquirieron un tono mayor al conocerse que en algunas circunscripciones peninsulares han sido descabalgados los candidatos por cuestiones similares. Amigó niega la existencia de quejas o denuncias contra Ramírez, una afirmación tan tajante como falsa porque conocemos varias de ellas, alguna en concreto de un cargo público del partido al que no gustó la respuesta ofrecida por el candidato cuando se le interrogó acerca de la leyenda “estudios en Económicas” que aparecía en su currículo y en diversas redes electrónicas laborales. Las quejas, de las que seguramente no tiene conocimiento el delegado territorial, se refirieron a estudios no acabados que el aspirante inscribió de modo confuso y que a la postre provocaron esas quejas. “Pero todo se ha aclarado”, afirma rotundamente Amigó. Saúl Ramírez sostiene tener estudios en Económicas por la Autónoma de Madrid; una diplomatura en Gestión y Administración Pública por la Complutense, y la carrera de Publicidad en la Universidad Oberta de Catalunya, según su perfil en Linkedin. Su actividad profesional es la de visitador médico, además de ser socio de la cafetería Cafetalia, en Las Palmas de Gran Canaria, según fuentes oficiales de Ciudadanos.

Las cagadas de ‘La Razón’ y Antena 3

Francisco Marhuenda, director de La Razón, y Eduardo Inda, de OKDiario, clamaban la noche del sábado al alimón que había que la única respuesta a la masacre terrorista del viernes en París era la aniquilación. “Hay que aniquilarlos”, proclamaron reiteradamente en referencia a los miembros del Estado Islámico erigiéndose en valientes vengadores de todas las muertes sufridas en Europa. Ninguno de los dos quiso en ningún momento atender a las razones de peso que el resto de contertulios de La Sexta Noche exponían, básicamente que la respuesta no puede ser la misma que puso en marcha George W. Bush en 2011 tras el crimen masivo de las Torres Gemelas, avalado luego por Tony Blair y José María Aznar en aquella funesta cumbre de Las Azores. Una respuesta que sólo ha provocado más masacres y no solo en Europa sino en los países donde Occidente no ha sido capaz de cambiar las cosas para mejor. Ese grito de venganza de Marhuenda e Inda es el que de alguna manera sintoniza con los sentimientos más primarios del ser humano, razonables al instante entre quienes han perdido a seres queridos o entre los gobernantes que, en caliente, deciden responder con “la guerra” a algo que en realidad no tiene ninguna de sus características, o al menos ninguna de las características convencionales de lo que conocemos como guerra. Pero al tiempo que ambos voceros de la ultraderecha lanzaban aquellas soflamas, en las rotativas de La Razón, periódico que dirige Marhuenda, se imprimía la edición del domingo llevando a su portada la fotografía de un presunto terrorista que el diario señalaba sin ambages como uno de los autores de la matanza de la sala de conciertos Bataclan. Es decir, de una de esas personas que habría que aniquilar sin miramientos (sin juicio con garantías, por supuesto) por tratarse de un enemigo de esa peculiar guerra que algunos dicen haber declarado. El terrorista en cuestión fue este domingo señalado de igual manera por Antena 3 Televisión, cadena perteneciente al mismo grupo empresarial que La Razón, del que difundieron una fotografía trucada en la que aparecía luciendo un chaleco con explosivos y un ejemplar del Corán en sus manos. El señalado por ambos medios como terrorista resultó ser un periodista freelance residente en Canadá, que en su vida ha pisado París y que se dedica a la programación de videojuegos, como puede comprobarse en su perfil en Twitter, donde aparece la foto original sin Corán (lleva un IPad) y, por supuesto, sin chaleco con explosivos.

Antecedentes graves

El periódico de Paco Marhuenda publicó un tuit este domingo pidiendo disculpas al ofendido y alegando en su descargo que publicaron su foto “por error”, es decir, sin someterla a las más elementales reglas de contraste y fiándose exclusivamente en lo que decían las redes sociales. Antena 3, sin embargo, retiró su noticia falsa y no se disculpó por el mismo método. El tal @Veeren_Jubal, que es como dice llamarse el programador, tiene algunos trolls en las redes sociales seguramente por su relación con el mundo de los videojuegos, y alguno de ellos quizás quiso gastarle una broma pesada aprovechando que profesa una religión hindú y luce moño y tocado tradicionales. No es la primera vez que La Razón comete un atropello de este tipo en su portada y por supuesto en sus páginas interiores. Hace ahora un año la justicia condenaba al periódico, a su director y a uno de sus periodistas a 30.000 euros de indemnización al ex jefe superior de Policía de Barcelona (y de Canarias) Narciso Ortega, al que se empeñaron en situar comiendo en el restaurante La Camarga con el dueño de la agencia de detectives Método 3, involucrada en asuntos turbios de los Pujol. El titular de la noticia, a cuatro columnas de apertura de la edición impresa, no ocultaba en absoluto su intencionalidad: “Un alto cargo de Rubalcaba se reunió con el jefe de Método 3”, y añadía en sus sumarios: “El jefe superior de Policía de Barcelona de la etapa del PSOE comió en La Camarga con Francisco Marco” y “Meses después archivó una investigación a la agencia a pesar de las graves deficiencias”. Ni Ortega comió en La Camarga con Marco ni la investigación fue archivada por motivos sospechosos, como recoge la sentencia. En otra gloriosa aportación a los anales del periodismo por parte de Paco Marhuenda, su periódico llevó a portada la fotografía de los DNI de veintidós jueces catalanes que firmaron un manifiesto a favor de una consulta sobre la independencia de Cataluña. Un juzgado le abrió diligencias penales por un delito contra el derecho a la intimidad y la propia imagen. No parece que estas cosas preocupen demasiado al periódico derechista porque en su ideario está defender su ideología al precio que sea. La palabra aniquilación, tan reiterada por su director la noche del sábado, es mucho más que una expresión pronunciada en caliente.

Tragedias con rasgos de sainete

Si no fuera porque la magnitud de la tragedia de París obliga a guardar la compostura, este podía haber sido un magnífico momento para pedir la dimisión de unos cuantos ministros del Gobierno de Mariano Rajoy por convertirla en un penoso sainete. En un mes hemos asistido a dos anuncios bien diferentes de comunicación pública sobre la vida de españoles que, a la postre, se han tornado falsos. El rescate con vida de tres militares en el fondo del Atlántico que, en versión del Gobierno, navegaban “sanos y salvos” rumbo al puerto de Dajla se volvió una semana después en un dramático final que todavía exige muchas más explicaciones de las ofrecidas. Dijo el ministro de Defensa que le confundió una información A1 (máxima fiabilidad) de la Gendarmería y de su homólogo marroquíes, y con ocasión del atentado de París, el mismo Gobierno de España, citando fuentes oficiales francesas, dio por muertos este domingo a dos españoles que, sin embargo, gozan de buena salud. En el momento de dar por vivos a los tres militares, estos estaban dentro del helicóptero siniestrado hundiéndose en el océano, y en el momento de dar por muertos a esos dos españoles en París y comunicarlo formalmente a sus familiares, uno estaba en Estrasburgo la noche de autos y el otro en un hotel desde el que pudo escribir un correo electrónico tranquilizador a sus allegados. Qué desastre de Gobierno al que algunos quieren renovar.