El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Lo que es del circo, al circo
A continuación venía lo más fácil: adaptar la sentencia al chiste. Como no nos podía condenar por intromisión al honor porque lo que no puede ser no puede ser y además es imposible, el señor magistrado decidió que lo mejor era desestimarle la demanda a don José y dar carta de naturaleza a la canción de don Pepito (con perdón). Con lo que hemos sido condenados a respirar hondo y llamar a don Pepito (con perdón) don José (si nos da la gana). Porque ni el don Pepito lo impusimos nosotros, sino Andrés Chaves, como dice la sentencia, ni tenemos que aplicar el don a nadie porque lo diga una sentencia. Así que, por imperativo legal, acatamos la sentencia, llamaremos José, José Esteban, don José, don José Esteban, Pepe, o Rodríguez al que hasta ahora llamábamos don Pepito. Y volveremos a llamarle don Pepito, con la venia de su señoría, si la Audiencia Provincial nos da la razón y deja esta sentencia en el lugar que le corresponde: el circo de Gaby, Fofó, Miliki y Fofito.
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