Mientras el alcalde Marcos Brito sigue haciendo de las suyas, más en el terreno del ridículo que de la dignidad institucional, el polémico concejal Luis Miguel Rodríguez, del PP, volverá este viernes al candelabro. Para esta mañana está previsto que comparezca ante la prensa este pedazo de concejal de Recursos Humanos y Seguridad Ciudadana del Puerto de la Cruz para ofrecer su versión de lo ocurrido cuando la policía le persiguió tras un dispositivo de control que, según parece, no respetó. La tocata y fuga, con persecución peliculera incluida, no fue suficiente para que el juez que vio el juicio rápido detectara infracción, falta o delito en la actitud del concejal. De ahí que el debate más encendido en el Puerto de la Cruz haya sido este jueves el churro de atestado que condujo a que todo se haya despachado con una olorosa absolución. Nadie cree en un contrataque contundente de Rodríguez, por aquello de los antecedentes, pero igual se esfuerza este viernes en hacerse más víctima, postura que le viene dando, desde que es concejal, muy buenos resultados.