No es la primera vez que Salvador Alba se enfrenta a las consecuencias de su propia conducta. En el comunicado de varias asociaciones y colectivos conocido este miércoles, se dice que ya tuvo en el pasado conflictos, tanto con el Colegio de Abogados de Las Palmas, de cuyos colegiados dijo que no tenían preparación para defender a sus clientes, como con la Junta de Personal de la Administración de Justicia, que lo llegó a declarar persona non grata por su comportamiento con los funcionarios durante su destino como juez titular del Juzgado de lo Penal 3 de la capital grancanaria. El asunto ha vuelto a aflorar ahora, al tiempo que se ha extendido entre sus compañeros de asociación el rechazo a que haya acudido a los medios de comunicación (El Mundo y La Provincia) a verter acusaciones infundadas, algunas de las cuales ya habían sido denunciadas con resultado de archivo, extremo que teóricamente conocía de sobra el magistrado.