Continúa la cascada de nombramientos del Partido Popular en los distintos destinos de la Administración del Estado. Este jueves será nombrado delegado del Gobierno en Euskadi el parlamentario popular en la cámara vasca Carlos Urquijo, que durante un corto periodo de tiempo ocupó igual cargo en 2003, durante el último Ejecutivo de Aznar. Al contrario de otros nombramientos, donde ha primado la búsqueda de personas con un perfil moderado, como es el caso de Mari Carmen Hernández Bento en Canarias, el PP ha elegido para Euskadi a un personaje un tanto histriónico. Efectivamente, Urquijo ha pasado a los anales del parlamentarismo vasco por su penosa intervención en un pleno parlamentario de 2008 en el que reveló la dirección exacta de una casa que ocupaban en Bruselas ertzainas destinados a la delegación de la Comunidad Autónoma en la capital europea. Teórico portavoz en materia de Interior, es decir, de seguridad y antiterrorismo, al señor Urquijo no se le ocurrió mejor cosa que criticar los dispendios económicos del Gobierno vasco ofreciendo públicamente un dato sagrado, la dirección de agentes policiales, objetivo número uno de la banda terrorista ETA. Y todo por 1.800 euros al mes. Hacemos fervientes votos por que observe un comportamiento más prudente en su nuevo destino político.