Durante la entrevista, realizada al presidente por seis periodistas (Manuel Mederos, Nayma Aguado, Carlos Sosa, Mayer Trujillo, Juan Manuel Pardellas y Saro Prieto), Rivero no esquivó ningún asunto, ni siquiera su agria polémica con el propietario y director del periódico El Día, José Esteban Rodríguez Ramírez. Preguntado exactamente por el “intento de chantaje” que ha denunciado públicamente y que piensa poner en manos de los tribunales, el presidente recordó que se produjo en un editorial dominical en el que el editor le otorgó un plazo de cinco días para que se presentara en su despacho de la avenida de Buenos Aires con las licencias que había solicitado en el concurso de frecuencias de radio. O sea, para que prevaricara, bajo la amenaza cierta de hacer caer sobre él todas las penalidades del mundo en forma de una campaña de desprestigio montada en base a unos papeles, los de México, que han resultados ser falsos. Efectivamente, cualquiera que repase los editoriales del mes de junio pasado comprobará enseguida cómo va subiendo de intensidad el tono de la amenaza al presidente para alcanzar el súmmum el domingo 19 de junio, cuando El Día abrió su edición a cinco columnas con un titular delirante: “El Parlamento debe investigar al presidente de Canarias antes de su investidura”. En los días previos se acusa a Rivero de haber amañado el concurso para que Radio El Día se quedara fuera del concurso, y acto seguido se le exige que lo vuelva a amañar para arreglar el agravio contra don Pepito. Fascinante. Pronosticamos mucha tarea de hemeroteca a los abogados que Rivero ha contratado para querellarse contra el dicharachero editorialista.