Uno que anda perdido por azarosas travesías es el propietario del periódico El Día, José Rodríguez Ramírez, que harto de que nadie le haga puñetero caso con sus chifladuras editoriales, ha decidido subirles el tono para ver si así alguien lo sienta de una puñetera vez en un banquillo y lo enchirona, que a esas edades también se va a la cárcel. Sus ataques a Paulino Rivero y a los periodistas que no le tienen miedo alguno suben en intensidad, en insultos y en acusaciones graves e infundadas, y no conforme con las condenas que le siguen cayendo (y le caerán, sin duda), hasta se atreve a provocar a la Justicia quejándose amargamente de que últimamente no le empuren por nada. Nosotros, que somos muy pacientes cuando de sentencias se trata, recomendamos al efervescente editorialista y a su equipo médico habitual que busquen con calma el pastillero, que lo mismo se ha caído en alguna rendija del sofá de escay del despacho, y se tomen la dosis conveniente en las horas prescritas, que se les está notando demasiado desparramados últimamente.