No todos son iguales. No todos aplican los recortes con el mismo olimpismo. No todos aplauden los ataques al Estado del Bienestar al grito de “¡que se jodan!”. No todos mezclan lo institucional con lo partidista con descaro y desprecio por la ética y la estética. Hay ejemplos de sobra, y últimamente nos llegan algunos muy elocuentes desde Euskadi. El Gobierno de Patxi López se está caracterizando por oponerse frontalmente a las más reaccionarias medidas del Partido Popular, ora en materia sanitaria, ora en discriminación al inmigrante, u ora en educación y buenas costumbres. En este último capítulo podemos incluir el gesto del ya ex consejero de Interior, Rodolfo Ares, que ha dimitido de su cargo en el Gobierno vasco para poder coordinar la campaña electoral del Partido Socialista de Euskadi, del que es destacado dirigente. Observemos, en cambio, el ejemplo canario: la delegada del Gobierno de España en la comunidad canaria, Mari Carmen Hernández Bento, mantiene su puesto de vicesecretaria general de Organización del PP isleño, y como tal presidió el último congreso regional del partido. Sus competencias incluyen la movilización y la organización electoral del partido, que compatibilizó en más de una ocasión desde puestos públicos, como el que le otorgó graciosamente José Manuel Soria como directora de estudios y programas en la Consejería de Economía y Hacienda hasta 2010. Hay comportamientos ejemplares y ejemplos que no se pueden compartir.