En Telde volvió la burra al trigo, y lo que podía empeorar en medio de una crisis tan brutal como la que padecemos ha empeorado notablemente. Una parte significativa ?por influyente-del gobierno municipal está ocupada por algunos de los que hundieron la ciudad en el negro periodo 2003-2007, y por los alrededores siguen revoloteando empresarios que conocen sus debilidades y la manera de convertirlas en fortalezas arrimando el ascua a su sardina. Una mezcla perversa que hace que donde tendría que reinar la transparencia y la prevalencia de lo público vuelva directamente el conchabo, cuando no el mamoneo. El caso de la parcela de La Mareta vendida irregularmente al empresario Ambrosio Jiménez (Horneras) en una operación tan puerca que ha sido anulada por la justicia, es un lamentable ejemplo de esto que les contamos. Pero siendo grave que un ayuntamiento como ese en los tiempos que corren se vea obligado a deshacer una operación cochina y devolver más de 13,4 millones de euros, peor es que para conseguirlo se enrede en otra ilegalidad que podría dar lugar a acciones penales. Y nos consta que hay gabinetes jurídicos estudiándolo.