Son tantas las explicaciones que debe dar Alarcó ante el Cabildo que seguramente no bastaría un pleno de la Corporación. Lo de Chaves, lo de la ex de Chaves, lo de El Día, lo del club de rugby, las conferencias de Rato, los Montblanc, los Cartier? son demasiadas cosas como para una sola sesión auditora. Pero es que hay más irregularidades, y ninguna para elogiar la gestión de los dineros públicos por parte del señor Alarcó. Los auditores detectaron que para mejor proveer, contrató para la fundación a dos administrativos sin someterse a ninguna de las consideraciones legales. Uno de esos administrativos viene siendo miembro del comité ejecutivo insular de Cristina Tavío, un joven dirigente del PP sureño, esa conurbación Adeje-Arona donde a la presidenta insular gusta cuidar directamente a sus cabras por motivos relacionados con negocios familiares que todos ustedes conocen y el resto nos imaginamos.