El llamamiento constante a la rebelión de los lectores de El Día para exigir la independencia o expulsar de Canarias al matrimonio Rivero-Mena es una clara subversión del orden constitucional que debería ser investigada de oficio por la Fiscalía, cuando tenga a bien. Esa invocación a la expulsión del presidente del Gobierno es una constante en los editoriales del periódico de José Esteban sin que de momento nadie haya hecho nada por remediarlo. Y no habrá de bastar con querellas por injurias y calumnias o demandas de protección del honor; estamos hablando de asuntos que trascienden la esfera personal de la persona injuriada constantemente porque se trata del presidente de una comunidad autónoma y constitucionalmente la cabeza visible del Estado en Canarias. Para adornar esos llamamientos a la violencia, José Esteban emplea todo tipo de improperios (necio, torpe, déspota, bruto, traidor a su pueblo...) y comparaciones absolutamente inadmisibles, como equiparar el matrimonio formado por Paulino Rivero y Ángela Mena con el de Nicolai Ceaucescu, sanguinario dictador de Rumanía. Las alusiones a “matrimonio rumano” con continuas y este jueves no fue una excepción: “Esta pareja cada vez más rumana ya no tiene cabida entre nosotros”. Luego se queja cuando decimos que los editoriales de El Día son xenófobos, además de homófobos, racistas, sexistas y delirantes.