Sigue sin pedir disculpas públicas el jefe de prensa de José Manuel Soria por su atolondrado y desafortunado comentario insultante contra Paulino Rivero y contra Marruecos en twitter. Ha tenido más de 24 horas para hacerlo y no lo ha hecho, seguramente porque su jefe lo aplaude, lo respalda y hasta es posible que lo haya inspirado. Y no será porque fuera advertido de inmediato en la misma red por Ignacio González, que tuvo que retirarse de la conversación con Juan Santana al comprobar que éste también estaba dispuesto a disparar contra él. El mismo día que el ministro profería una de las advertencias más duras que se recuerdan contra un país amigo de España como es Argentina, su jefe de prensa hacía y una desagradable broma en la que implicó a otro país muy importante para nuestros intereses, Marruecos. Porque la mezcla zafia y bruta del término “moro” con el conflicto del petróleo y la visita de Paulino Rivero al rey Mohamed VI no ha pasado desapercibida, seguro, para la diplomacia marroquí, que a estas alturas ya sabe quién es el señor Santana y qué lugar ocupa en el staff del ministro de Industria del reino de España. No queremos ni imaginarnos lo que estarían diciendo ahora los González Pons o Cospedales si en lugar de un jefe de prensa del PP, las cachanchanadas las hubiera hecho un asesor del PSOE.