A la vista de la inacción del Servicio Canario de Salud y de la Gerencia del Materno-Insular ante un jefe de servicio mayoritariamente contestado por sus médicos, a éstos no les queda otra salida que esperar pacientemente a que el doctor Machado tenga que someterse a las pruebas de evaluación que la Consejería de Sanidad publicó precisamente este lunes en el Boletín Oficial de Canarias. Se trata de requerir de los profesionales que han de acceder a las distintas jefaturas una serie de requisitos profesionales, de méritos, de investigación y de proyecto que los acredite convenientemente para tales cometidos. Hay escepticismo en la profesión, quizás derivado de que el 60% de los criterios de evaluación son subjetivos, pero a la vista de la orden publicada este lunes, se torna complejo que el jefe de Pediatría pueda superar determinadas exigencias. Porque se van a valorar los currículos y los méritos de los candidatos, y de momento no se conocen publicaciones o comunicaciones científicas del doctor. Y a la vista de lo que ha ocurrido en el servicio, la exigencia de un “proyecto técnico relacionado con la gestión de la unidad asistencial a cuya jefatura se opta”, se antoja algo quimérico.