Hablando de acusaciones fatuas. Lo que le está pasando al alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, tiene todo el olor, el color y el sabor de ser una exhibición pirotécnica de vísperas electorales. Sin que conozcamos en profundidad exactamente de qué se le acusa (las diligencias están bajo secreto y no lo sabe exactamente ni siquiera él mismo) el hecho de que la juez ordenara su detención en vísperas electorales y luego lo pusiera en libertad con una fianza de tan solo 6.000 euros, no transmite precisamente la impresión de ser un escándalo de traca. Parece que Vigilancia Aduanera, encargada de la investigación, lo relaciona con adjudicaciones a una determinada empresa, Vendex, que resulta que no ha ganado ni un solo concurso durante su mandato. Hay que esperar, sin duda, pero en esto de elecciones y Galicia los antecedentes son muy puñeteros. ¿Se acuerdan de la operación Campeón, cuando una juez gallega remitió al Supremo las declaraciones de un empresario detenido que decía haber sobornado a José Blanco? La decisión de la juez fue en vísperas de las Elecciones Generales de 2011; Blanco acabó por no presentarse, y todas las indagaciones del Supremo van a conducir al archivo. Y más en clave canaria: durante trece años, un magistrado del TSJC, Fernando de Lorenzo, mantuvo imputado al socialista Carmelo Padrón por unas actuaciones más que amplificadas. Siempre que llegaba una cita electoral, casualmente se activaba esa causa tan maratoniana. Los periódicos lo publicaban y se hablaba de corrupción. Carmelo Padrón acabó abandonando la política. Las acusaciones fueron retiradas en el último momento.