La cosa se pone seria en los partidos políticos, mayormente por la crisis económica, que impide las alegrías de antaño en las nóminas públicas. Pero también por otros motivos que nada tienen que ver con los dineritos, cosa sensible donde las haya. Hoy les acercamos dos acontecimientos notables ocurridos estos días en el Partido Popular en la isla de Tenerife, donde un día sí y el otro también se le abre un nuevo frente al líder que sucedió a Cristina Tavío con el plácet de Cristina Tavío, Manuel Domínguez. Sí, en estos últimos días ha habido dos serias fisuras en el PP tienerfeño por dos cuestiones bien distintas pero que reflejan que la monolítica unidad de destino en lo universal, la imposible discrepancia y el pensamiento único, empiezan a hacer aguas. Empecemos por la marcha voluntaria y muy llamativa del que fuera presidente de Nuevas Generaciones en la isla, Javier Bueno, que abandona porque no está dispuesto a defender públicamente algunas medidas de su partido que considera inasumibles. El pasado jueves, Bueno presentó su baja del Partido Popular por lo que considera alejamiento del Gobierno de Mariano Rajoy, en el que se sienta el presidente del PP canario, de las políticas de derechas con las que tanto se identifica. La gota que colmó el vaso de su discrepancia fue la aprobación esta semana en el Senado de la sobre tasas judiciales hasta el punto de considerarla inconstitucional y atentatoria contra el principio de la tutela judicial efectiva.