A estas alturas todavía no tenemos muy claro si el acto de la Fundación Nacional Francisco Franco, previsto para este sábado, día 24, se va a celebrar o no en el Palacio de Congresos de Madrid, unas instalaciones públicas gestionadas por Tourespaña, el organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo del que cobra (lo de trabajar está en fase de comprobación) la lideresa en la reserva activa Esperanza Aguirre. La pelotera que se formó este jueves en Madrid al conocerse las pretensiones de los ultras obligó al ministro Soria a decir que a él que lo registren, que el acto iba a ser en el restaurante del recinto, que explota la empresa Husa, del ex dirigente barcelonista Joan Gaspar. Husa se ha querido desmarcar diciendo que ha anulado la reserva, pero los fachas mantienen la convocatoria en su web y además han lanzado un comunicado en el que avisan de que si se les prohíbe el acto se les estarán vulnerando sus derechos. Los opuestos a los fastos, con los que se pretende por supuesto exaltar el fallecimiento de Franco y sus insuperables logros políticos, sociales y económicos, recuerdan que esas glorificaciones al caudillo contravienen la Ley de Memoria Histórica. Lo que nos ha vuelto a recordar lo publicado recientemente en El Huffington por la mentada periodista Pilar Portero sobre la primera manifestación a la que acudió Soria en su vida: fue en Madrid en 1975 y en los anales solo está registrada en ese año una concentración legal en esa ciudad: la de la Plaza de Oriente de inquebrantable apoyo al caudillo. Si es que cuando se quiere hablar de Soria solo hace falta hacer un repaso a la prensa nacional. Con perdón por lo de nacional.