Nunca dejará de sorprendernos Sebastián Franquis, uno de los pocos socialistas españoles que logrará reponerse siempre a cualquier adversidad electoral y a las normas internas de su partido. En el peor momento del PSOE ha conseguido ser cabeza de lista al Congreso por Las Palmas, salir elegido y simultanear el nuevo cargo con el de portavoz en la oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y secretario general de la Agrupación Local Juan Negrín de esa ciudad. Este viernes nos sorprendió a todos revelando una conversación que dice haber tenido con su más conspicuo adversario político, José Manuel Soria, ante el que ya ha perdido que sepamos dos elecciones, una en el Ayuntamiento y otra la de este 20-N. Afirma Franquis que el presidente del PP canario le ha dicho que no va a ser ministro en el futuro gobierno de Mariano Rajoy. Ni quitamos ni ponemos una coma a sus rotundas palabras, ni a la veracidad de las afirmaciones sorianas. Pero sí hemos de resaltar dos cuestiones primordiales: la primera, la indiscreción de Franquis al revelar en rueda de prensa una conversación que se supone privada y, dos, su espléndida bisoñez al creer lo que dice tremendo exceso de bluff. Porque o mucho nos equivocamos o a estas alturas de la película nadie conoce la composición del primer gobierno de Rajoy, lo que automáticamente nos lleva a la conclusión de que ni siquiera Soria puede saber si estará entre los elegidos. Es verdad que es un reto difícil por la cantidad de candidatos, pero más verdad es que el líder conservador canario sigue estando entre los mejor colocados.