“Cuando haya un gasto no permitido habrá responsabilidad penal”. Ésa es la frase central que este jueves destacó el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, durante una entrevista concedida a Telecinco. Es el espantajo que ha lanzado el Gobierno para que nos quedemos todos impresionados ante tan audaz propuesta que no viene a ser otra cosa que una simpleza, dada la capacidad de cada institución democrática para hacer modificaciones presupuestarias o convalidar un gasto en función de las necesidades del momento, y no necesariamente por irresponsabilidad. Lo sabe de sobra el ministro, que por algo fue consejero de Economía y Hacienda de Canarias, cargo desde el cual suprimió la fiscalización previa del gasto sustituyéndola por una auditoría aleatoria de las partidas cuando ya no había posibilidad de arreglar ningún entuerto, ni siquiera los más arbitrarios. Pero dijo más cosas Soria en Telecinco, y cada cual más inquietante: España tiene una alta implantación de energía eólica y ahora es el momento de detener su penetración porque es una energía muy cara que eleva los costes industriales y, por lo tanto, perjudica a nuestra competitividad. Quedamos a la espera de que el señor Soria demuestre tamaña doble barbaridad, especialmente en Canarias, donde llevamos un retraso vergonzoso respecto al resto de España por culpa, entre otros lumbreras, de su hermano Luis.