Pero por muy chulangueros que se pongan JR y Warren Sánchez en el juicio, donde ya verán que terminan acusándonos a nosotros de haber cebado al toro que mató a Manolete, hay hechos que parecen incontestables. Por ejemplo que, de un modo innegable, míster Alicatessen influyó reiteradamente en las autoridades municipales teldenses hasta el punto de llegar a achuchar al alcalde de entonces, el desaparecido Paco Valido, con el que Rodríguez se llega a reunir después de la primera tanda de detenciones del caso Faycán. En esa reunión, Valido contesta a su correligionario y dirigente que él sabe muy bien “lo que hay que hacer y no hace falta que tu me lo digas”. Un desplante así, pronunciado ante el cliente de JR, Antón Marín, condujo al intermediario a anunciar de inmediato que “en el partido le pondrán las pilas” a Valido. Y a reconocer más adelante, siempre según el sumario, que “Valido ha perdido los papeles y no hace caso a las directrices del partido”. Nadie investigó estas dos frases para la posteridad. Porque si Jorge Rodríguez, miembro de la dirección regional del PP, invocaba a autoridades de su partido que pondrían “las pilas” a Valido, autoridades a las que el alcalde teldense no hacía puñetero caso, ¿quiénes eran esos personajes superiores en el escalafón a quien los invocaba? ¿Quién es el señor X de este expediente que nadie se atreve a menear? ¿Tiene algo que ver ese señor X con el experto en grabaciones clandestinas efectuadas al testigo de cargo del Grupo Europa, al que se llegó a presionar para que cambiara su declaración? Mucho trabajo le queda por delante a Warren Sánchez, sí señor.