Ya está hecho. Desde el pasado día 19, por resolución de la consejera de Recursos Humanos del Cabildo de Gran Canaria, el consejero tránsfuga de Cooperación Institucional, Antonio Hernández Lobo, ha colocado a su mano derecha con un sueldo de 42.500 euros brutos al año. Es el mismo asesor que se quedó compuesto y sin novio cuando Coalición Canaria, el partido a tiempo parcial de Hernández Lobo, abandonó abruptamente el grupo de gobierno del Cabildo por el desplante de su presidente, Bravo de Laguna, nombrando vicepresidente a otro tránsfuga, Juan Domínguez, del CCN. Ahora las aguas vuelven a su cauce y cada consejero, su asesor de confianza. Para nombrar a Antonio Domínguez, el Cabildo ha removido a otro asesor, en este caso nombrado por el cupo del CCN, Rayco Ramírez Rodríguez, hijo del que fuera consejero de Industria y de Moda Cálida por ese partido en el mandato 1999-2003, Ezequiel Ramírez. Porque, efectivamente, como les dijimos aquí en su momento, al vicepresidente Juan Domínguez le recortan prerrogativas (entre ellas el pesebre) para hacerle un hueco al nuevo tránsfuga de la constelación cabildicia. ¿Y tiene dinero para su labor Hernández Lobo? Según él mismo (La Provincia 3 de agosto de 2012) “el dinero ya está todo repartido, y hasta diciembre poco voy a alterar, pero bueno”. Para el asesor sí hay 42.500. Y tira millas.