No sabemos si Eva Navarro contribuirá con su firma a la moción de censura que habrá de devolver la alcaldía portuense a ese cacho de zoon politikon que es Marcos Brito, pero lo que está claro es que con su marcha deja el camino expedito para que así sea. No estará, por lo tanto, en el pleno en el que se vote la censura, en el que sí se cuenta con el voto favorable de otro polémico concejal pepero en el Puerto de la Cruz, Luis Miguel Rodríguez, denunciado por su novia y por la Policía por una presunta agresión sobre la primera en plena calle ranillera. Fuentes municipales han asegurado que la denuncia sigue viva y que la Policía la ha trasladado a los juzgados de Icod de los Vinos, municipio de residencia de la presunta agredida. De confirmarse la denuncia y resultar imputado el concejal pepero, el regreso de Marcos Brito a la alcaldía estaría marcado por los gestos de dos concejales del PP que dejan mucho que desear. Pero teniendo el referente ético que tiene ese partido en Canarias, hasta hermanas ursulinas parecen estos dos ediles tan chiripitifláuticos.