Lo primordial es acabar cuanto antes con el peligro que este domingo seguía acogotando el medio natural y también urbano gomero, en los tres frentes de fuego reabiertos desde la tarde del viernes en la vertiente suroeste de la isla colombina, con amenaza directa a todo un tesoro como es el Parque del Garajonay. Es lo fundamental por encima de reproches y controversias sobre quién debió advertir primero la necesidad urgente de contar con los medios aéreos que solo tiene la Administración General del Estado, fundamentalmente los hidroaviones, pero también los efectivos militares de emergencias adscritos a la UME. Es cuestión prioritaria controlar un fuego sin visos de ello la noche de este domingo, pero sin dejar a un lado, para el día después, la apertura de una investigación profunda, con las consecuencias que sean, sobre la gestión política e institucional de este desastre. Porque ocho días bajo el fuego bien merece ser explicado bien menudito por Cabildo, Comunidad y Ministerio, son ocho días, uno detrás de otro, y no hay gestión que lo aguante, por mucha orografía complicada de la isla. La falta de medios es evidente y la complicación de tener siempre dos islas ardiendo, también. Pero estas responsabilidades de tanto tiempo en el infierno habrá que asumirlas.