Se acabó la bobería, ni conspiración, ni cacería, ni pendejadas de ningún tipo: el diputado regional Jorge Rodríguez, miembro de la dirección regional del Partido Popular de Canarias, ya es carne de banquillo. La magistrada que ha instruido la causa en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, a donde llegó precisamente por la condición de aforado de JR, decretó el viernes pasado la apertura de juicio oral, es decir, el final definitivo de la larga fase de instrucción que ha tenido el caso Grupo Europa, una pieza separada del también archifamoso y archidemorado caso Faycán. Con la apertura de juicio oral ha aflorado un escrito verdaderamente elocuente, el de la calificación de los hechos y petición de condenas de la Fiscalía Anticorrupción, que sitúa a su señoría el diputado Rodríguez como una pieza clave para que la empresa madrileña Grupo Europa, muy vinculada al Partido Popular, pudiera penetrar hasta la cocina en la ciudad de Telde para hacer negocios por la vía de amañar hasta las bases de los concursos, pasando por la agilización de trámites administrativos y hasta por la producción de extemporáneos y chiripitifláuticos informes técnicos que contribuyeran a la gran sinfonía de mamandurria que sonó durante el cuatrienio negro de 2003-2007. No es Jorge Rodríguez el que más sacudidas se lleva de la Fiscalía en su escrito de calificaciones, pero es el único de cuantos actores hay en presencia en esta causa que sigue en el machito, cobrando del erario público y cosiendo para la calle como si nada hubiera pasado. Ah, no, que también está por ahí José Luis Mena. ¡Vaya par!