De momento sólo han aflorado motivos personales, muy respetables ellos. Pero la noticia es que la última concejala de Urbanismo de Miguel Zerolo ha decidido mandarse a mudar, dejar Coalición Canaria y la política y centrarse en su empleo como jefa de servicio de Planificación del Cabildo de Tenerife. Y seguramente preparar su defensa ante lo que se le avecina. La marcha de una persona de la política debería ir siempre acompañada de un puente de plata, pero en el caso que nos ocupa no estamos ante una dirigente cualquiera, de segunda fila y sin historia. Estamos ante una mujer que ha dejado tras de sí un amplio y nada edificante reguero de irregularidades cuyo alcance podría estar íntimamente relacionado con su decisión. Reverón, por empezar por lo más llamativo, está imputada en el caso del mamotreto, ese edificio que se levanta de modo insultante en la playa de Las Teresitas como monumento a toda la cadena de despropósitos que han presidido el comportamiento de el ex alcalde y parte de su grupo de Gobierno respecto a ese paraje de Santa Cruz de Tenerife. Reverón se enfrenta a una petición del Ministerio Fiscal de dos años de prisión por un delito contra la ordenación del territorio y otro de prevaricación urbanística. Le acompañan otros ex concejales, como Manuel Parejo, Norberto Plasencia y José Pastor, además de tres técnicos municipales.