Lo más fácil, el camino más corto, fue buscar los párrafos referidos a los profesores y cargar sobre ellos toda la culpa de la situación de la Educación en Canarias. Pero es una visión sesgada, incompleta y, por lo tanto, falsa. En la Consejería de Educación, entre los sindicatos, entre los profesionales y entre los periodistas especializados cundió este martes la perplejidad al leer algunos titulares de prensa de Canarias que reducían a las horas que trabajan, al sueldo que cobran o a las vacaciones que disfrutan el problema de la Educación. Claro que se trata de un recurso sencillo al titular escandaloso que de inmediato capta la atención y la simpatía del lector, ya acostumbrado a escuchar de determinados individuos que los funcionarios por lo general no dan golpe. Pero resulta que no, que eso no lo han dicho los expertos de la OCDE y cualquiera que se haya leído el informe Pisa lo identifica a la primera. Siendo verdad que se afirma que los profesores cobran en apariencia un salario alto, éste se corresponde con el que se percibe cuando se accede a la profesión, que no a la carrera docente, porque en el magisterio, una vez se empieza a ejercer, se acaba la carrera, no se asciende en un escalafón por méritos, cursos, especializaciones o, simplemente, especial dedicación a una materia. El salario de un maestro canario evoluciona tan solo por los trienios, sea el maestro un entregado profesor o un mandarria cuya actualización se quedó en la segunda guerra mundial. Lo que Pisa recomienda es precisamente que se formulen incentivos y que se reconviertan complementos económicos para premiar al profesor que más innova. Es decir, pagarles más, fíjense qué diferencia.