Manolo Fernández invoca a Alfonso Guerra

En su frenética defensa del candidato Cañete, el Partido Popular ha buceado en todos los archivos del mundo y ha encontrado un tesoro. Dicen las hemerotecas, o al menos existen referencias indirectas de que así fue, que el 21 de mayo de 1986, hace la friolera de 28 años, Alfonso Guerra pronunció la siguiente frase, recogida por el desaparecido Diario 16, que dirigía entonces Pedro J. Ramírez: Hay “que convivir con la economía sumergida como con algunas mujeres: no se la puede eliminar por decreto”. Hemos encontrado la referencia en una carta al director publicada días después, el 28, en El País. Una lectora se quejaba de la presunta frase, cuya literalidad no podemos confirmar (ni puede confirmar el PP) porque, como saben, Diario 16 jamás tuvo edición digital, por lo que habremos de estarnos a lo que dice la carta al director. La firmante, Pura Malgarés, de la Asociación Feminista Kalima, de Murcia, escribía, entre otras cosas, que “la mente masculina es difícil de cambiar pero, al menos, los políticos deberían cuidarlas formas”, y es más que probable que en aquellas calendas la insensibilidad de los hombres para con las mujeres, las leyes y los usos, impidieran el nivel de exigencia que hay ahora. Aun así, contextualizando o no la frase de guerra, fue una absolutamente desafortunada. Pero es que el dirigente socialista no se presenta a las elecciones, y jamás se le ha vuelto a conocer burrada así. Sentados los antecedentes, vayamos a lo que hizo este martes el diputado del PP Manolo Fernández, que tiró el balón por fuera a pesar de quedarse solo, sin portero ni árbitro.

El rábano por las hojas

Descartamos por completo que haya sido Manolo Fernández el que encontró la cita de Alfonso Guerra; no lo vemos delante del ordenador tecleando en Google, y que nos perdone si esto le ofende. Seguramente le llegó en el envío diario de instrucciones del PP nacional a todas sus delegaciones para que fuera empleada de modo que se descargara a Cañete de los efectos inagotables de sus meteduras de pata con la mujer. Con las instrucciones cogidas con saliva, a la radio autonómica se fue el profesor Cojonciano Fernández a restregar por las narices el patinazo del sevillano, con la mala fortuna de que en la tertulia de políticos no había ninguna mujer del PSOE enfrente, sino el ex concejal Jesús González Dumpiérrez, siempre muy digno y educado, pero nada propenso al cuerpo a cuerpo. Y menos, suponemos, frente a cuerpos como el del herreño. Pero, para empeorar el panorama, Fernández lo hizo tan rematadamente mal, que ni se le entendieron sus intenciones ni mucho menos los antecedentes que le condujeron hasta allí. Porque lo que dijo, literalmente, fue esto: “Hablando por ejemplo de la economía sumergida, es que hay que convivir con la economía sumergida como algunas mujeres, que no se las puede eliminar, hay que convivir con ellas, sabes, esto lo digo yo, lo estoy diciendo yo porque estoy repitiendo las palabras de Alfonso Guerra en el año 86”. No fueron esas exactamente las palabras de Guerra, siempre según la carta al director que hemos relatado, lo que unido a la escandalera que se formó a continuación, condujeron al profesor al ridículo más sonoro. Enseguida se dispararon los comentarios en las redes sociales, e incluso el PSOE de Tenerife lanzó un comunicado de repulsa que luego retiró al dudar que el vicepresidente de Felipe González hubiera patinado de aquella manera. Fernández lleva unido el infortunio a su oratoria, mala, pobre en matices, nada sutil, lo que seguramente se traducirá en una reprobación en el Parlamento que anoche pedían algunos destacados líderes socialistas.

La “vergüenza” de Magdalena Álvarez

Porque tras este enfoque pésimo, Fernández añadió otra cuestión que muy bien debió ahorrarse: “Lo que da vergüenza de verdad es que doña Magdalena Álvarez siga siendo vicepresidente (sic) del Fondo Europeo de Inversiones (sic), que maneja dinero, cuando ha sido calificada por la justicia, imputada y embargados todos sus bienes por manejar fondos del ERE que son de los empleados públicos (sic), una trama del ERE de Andalucía”. Lo que realmente es una vergüenza es a) que Manolo Fernández no sepa que Magdalena Álvarez es vicepresidenta, no vicepresidente, del Banco Europeo de Inversiones, no del Fondo Europeo de Inversiones; b) que diga que los ERE son de los empleados públicos andaluces, y no un fondo para los expedientes de regulación de empleo, y c) que se atreva a pedir la dimisión de un imputado cuando su partido mantiene en sus filas en todas España a una larga lista de imputados. Incluso él llegó a estarlo en el caso salmón, y no nos consta que se planteara ni de lejos abandonar su escaño ni las asesorías empresariales que combinaba con su acceso a decisiones políticas y administrativas de gran calado.

José Ángel Martín, casus belli

Fernando Clavijo, secretario general de Coalición Canaria en Tenerife, está consiguiendo poco a poco su propósito de hacer tambalear el pacto regional con el PSOE, y de paso, poner a prueba a Paulino Rivero. Su empeño en anatemizar al primer teniente de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Ángel Martín, por su postura crítica contra la corrupción y el legado de Miguel Zerolo, ha pasado a ser motivo de ruptura para los socialistas, que ya han hecho llegar su ultimátum a las altas instancias nacionalistas. “Si alguien toca a José Ángel, seremos nosotros los que rompamos el pacto regional”, confirmaba anoche a este periódico una destacada dirigente del PSOE. Hace ya tiempo que un destacado sector de CC, al que se puede identificar con las esencias más arraigadas de ATI, está empeñado en romper con el PSOE para allanar el camino a una reedición del pacto con el PP. Además de Clavijo, pugnan por ese propósito dirigentes como Hilario Rodríguez, a los que jalean otros que de momento prefieren no exponerse públicamente para hacerlo. En el fondo subyace el deseo de desgastar a Paulino Rivero y propiciar de ese modo su retirada de la carrera electoral de 2015. La última excusa de este sector ha sido la afirmación vertida en un boletín interno del PSOE de Santa Cruz en el que se saludaba el nuevo Plan General de la ciudad como el primero carente de pelotazos. El boletín, que no lo elabora el concejal de Urbanismo en el disparadero, es del mes de septiembre, pero ya se sabe que todo vale cuando de mortificar se trata. Es curioso que dirigentes de CC como Carlos Alonso, presidente del Cabildo, que también es favorable a la dimisión de Zerolo como senador, no sean purgados por sus comentarios y que a José Ángel Martín se le quiera hacer pasar por un antisistema cuando su peor pecado ha sido siempre dignificar la vida pública y erradicar de ella la corrupción. Si lo tocan, ya saben, habrá ruptura. En el pecado algunos llevarán la penitencia.