Melones abiertos en el PSOE y en Coalición Canaria

Los socialistas canarios se disponen a decidir este domingo quién será el candidato o candidata que les represente en las elecciones autonómicas de 2015 y el (o la) que en definitiva se haga posteriormente con las riendas del PSOE si, como es de esperar, José Miguel Pérez formaliza su definitiva desconexión con la vida orgánica isleña para dedicarse enteramente a las tareas federales que le ha encomendado Pedro Sánchez. La mayoría de las quinielas dan por ganadora a Patricia Hernández, a lo que no se resignan en absoluto ni Gustavo Matos ni Carolina Darias, de la que maliciosamente este viernes corrió el rumor de que se retiraba. Las escaramuzas para desgastar al adversario, y sin embargo compañerito (o compañerita), se han dado en más ocasiones de las deseables en esta campaña de primarias, lo que llevó al compañero Julio Cruz, secretario de Organización, a pedir este jueves a los contendientes y sobre todo a sus mariachis que tengan la fiesta en paz y se comporten. Desde la Ejecutiva Federal miran con mucha atención el proceso canario, que junto al navarro, será el primero de esta índole de la era Sánchez, y no niegan que les han llamado mucho la atención extraños fenómenos no previstos en los estatutos, como el apabullante acarreo de simpatizantes hacia el censo de votantes de este domingo, muchos de ellos inscritos en la web por personas que no tuvieron el menor recato en utilizar la misma tarjeta de crédito y la misma clave de PayPal para unos cuantos de los acarreados. Si el tufo a pufo supera los registros humanamente admisibles, habrá expediente, aseguran sin miramientos.

Otra malicia: los alcaldes del Sur se ven con Antona

Los sutiles navajazos entre los tres contrincantes socialistas han afectado a todos. De Gustavo Matos se dijo al principio del proceso que se había hecho con los servicios financiadores de un conocido empresario de Las Palmas de Gran Canaria, muy vinculado a Jerónimo Saavedra, sencillamente porque su hija mayor es una de las más destacadas representantes de la candidatura del lagunero. Del sector que apadrina a Patricia Hernández, los conocidos como “los alcaldes del Sur” (de Tenerife, of course) corrió este viernes el insistente rumor de que habían solicitado, por favor, por favor, reunión con Asier Antona para, bandera blanca en la mano, decirles que ellos son indios buenos y que si gana su patrocinada habrá pactos con el Partido Popular. Puestos en contacto con el destinatario de la bandera blanca, negó rotundamente que haya habido reunión y que haya habido ni siquiera petición. Pero todo el mundo en Tenerife, empezando por Fernando Clavijo, flamante campeón del pulso interno de Coalición Canaria, da por hecho que como los famosos alcaldes del sur no saquen mayoría absoluta, lo van a tener muy difícil para volver a gobernar. Al menos con los nacionalistas, que harán lo posible por mandarlos a la oposición de puro e indisimulado resentimiento que les corroe. Y el peor que lo tiene es Rodríguez Fraga, veterano alcalde de Adeje, sobre el que se cruzan apuestas sobre su próximo destino político en el caso de que Hernández se corone con los laureles de la victoria.

Lo de García Quer escuece

El proceso de primarias socialistas también se presenta muy enturbiado como consecuencia de la masiva y sospechosa afiliación masiva de militantes llevados de la mano a la Agrupación Local de Las Palmas de Gran Canaria por el transformista José María García Quer, ido del PSOE en los noventa tras un estropicio de considerables dimensiones. Tras pasar por varios partidos, incluido el CCN, del que acaba de abjurar, el tal García Quer se plantó ante Chano Franquis, secretario local de la capital grancanaria, para poner a su disposición a 120 almas cándidas con las que poder perpetuar su siempre discutido poder orgánico. La reacción de gran parte de la militancia oscila entre la indignación y las ganas de votar a Podemos porque tras varias denuncias formales ante la Regional y ante la Federal, nadie ha hecho nada de momento por anular un acontecimiento orgánico expresamente prohibido por los estatutos del partido. Pero como decía este viernes un destacado dirigente socialista, conocedor de este y de otros burros volones, “todo llegará”.

La reunión de Clavijo con Soria

Pero mientras los socialistas se disponen a cerrar este domingo una parte del melón sucesorio que abrió José Miguel Pérez al anunciar su retirada, el que Coalición Canaria puso sobre la mesa cuando decidió optar por Fernando Clavijo en sustitución por Paulino Rivero, no termina de cerrarse. Nadie en el entorno del todavía presidente del Gobierno se atreve a aventurar un pronóstico sobre lo lejos que llegará en sus actividades de despedida y cierre, porque nadie da por seguro que se vaya a marchar. Parece evidente que Paulino Rivero ha desplegado por todo lo alto sus habilidades para la provocación desempolvando resoluciones congresuales de Coalición Canaria en su artículo sobre “soberanía compartida”, resoluciones de las que fue ponente nada menos que José Miguel Ruano, que ha tenido que recoger velas en sus críticas al presidente. Es verdad que Rivero no se encomendó a nadie para lanzarse a escribir lo que escribió, pero su defensa es de libro: solo defiendo lo que entre todos aprobamos. Claro que un enaltecimiento soberanista no viene bien en absoluto al nuevo candidato, que se parte la cara por ahí tratando de enmendar los entuertos y curar las heridas que esta legislatura va a dejar en el panorama político canario. Clavijo se desgañita estos días haciendo turné por todas las islas para que la militancia y el público en general crean de él que no pactará con el PP así sin más, y que sus acercamientos al partido de Soria solo responden a su deseo de hacer borrón y cuenta nueva. Una reunión que le ha sido atribuida con Soria en el despacho ministerial de la mano de Ana Oramas ha sido desmentida por el entorno clavijista, donde sí se confirma que lo que hubo con el presidente del PP canario fue un almuerzo en Industria hace más de un año, tras ganar el lagunero el congreso insular tinerfeño, y a petición del ministro, que intentaba abrir una brecha en Coalición Canaria proponiéndole la ruptura de pactos municipales en la isla.

Un almuerzo entre Rivero y Clavijo

Es verdad que Paulino Rivero y Fernando Clavijo no mantienen el diálogo fluido que cabría esperar entre un presidente saliente y un candidato entrante. Tras la elección del alcalde de La Laguna sólo han coincidido en dos ocasiones, en la Comisión Permanente posterior a aquella elección por los pelos y en el acto de apertura del Campus África, donde quedaron en verse en alguna ocasión. El encuentro ya tiene fecha y formato: será un almuerzo entre ambos y a solas que ya ha preparado el diligente José Miguel Barragán, que quiere que las relaciones se reconduzcan por el bien de la organización. Como se han reconducido en plazas delicadas como Fuerteventura, donde el equipo del candidato ha metido en cintura a Herrera Velázquez para que no siquiera provocando a Mario Cabrera, presidente del Cabildo y líder aún con mucho poder en la isla. En Lanzarote, donde tampoco las tiene Clavijo todas consigo, varios dirigentes están tratando de remendar las costuras, rotas tras el proceso electoral interno. Gran Canaria queda pendiente de las habilidades que puedan descubrirse en Fernando Bañolas, que diseña apretadas agendas para que el candidato se dé a conocer mejor de lo que hizo durante su corta campaña. El presidente de CC en Gran Canaria ha decidido corregir las primeras intenciones de majo y limpio que se le atribuían, y asegura que trata de tener puentes con sus críticos. Barragán, que coincidió este viernes con el candidato en el entierro de Marcos Brito, trata de poner paz aun reconociendo que Paulino Rivero va por libre y con las prerrogativas propias de quien será presidente de Canarias hasta casi entrado el verano que viene o hasta que el cuerpo aguante.