Allí estaban firmas tan señeras de la distribución como Galaco, JSP, La Isleña, Grisaleña? y accionistas que han respaldado fuertemente la operación de recuperación de Hiperdino, como Miguel Ángel Ramírez, presidente de Seguridad Integral Canaria, que se ha convertido en inversor destacado. Y había trabajadores, una pequeña representación de los más de 5.500 que ha asumido la nueva empresa, plantilla incrementada durante estos dos primeros meses de operativa, octubre y noviembre, en más de 700 personas, según anunció Javier Puga. Pero el consejero delegado, que bordó un discurso ajeno a la ortodoxia del momento, habló de los sueños que presiden este proyecto, sueños que van desde abaratar sensiblemente la cesta de la compra para ayudar a los canarios a pasar de menor manera el trance de la crisis, hasta anunciar la apertura de tres nuevas tiendas, pasando por el compromiso ?adquirido con el director general de Comercio del Gobierno de Canarias- de “acabar con la doble insularidad”, es decir, equiparar los precios de los productos alimenticios en las islas no capitalinas para que no cuesten más que en Tenerife o en Gran Canaria.