Ante esa realidad, los concejales del PP habrán de aprobar en los próximos plenos municipales de Canarias una moción en la que se va a solicitar que la Radiotelevisión pública de Canarias “cumpla con los principios de objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones, así como la separación entre informaciones y opiniones”, una exigencia a la que nos sumamos desde aquí desde hace muchos años, muchísimos, y que quisiéramos que se extendiera a todos los momentos de la historia, incluidas las huelgas de los trabajadores, y no al momento procesal que cada uno considera más oportuno. Como respaldamos que esa exigencia de objetividad, veracidad e imparcialidad se haga extensiva también a Radiotelevisión Española, que depende directamente del Partido Popular y que no se está caracterizando precisamente por la ejecución de tales mandatos legales y códigos deontológicos. Es una pena tanto esfuerzo de cinismo mal encaminado, tantas energías gastadas en miccionar contra el viento. Que paseen la moción por toda España. Basta con cambiar RTVC por RTVE y concitarán muchas unanimidades.